Un niño estadounidense de 13 años confesó ante la policía haber matado por accidente a su hermano de 9, luego de disparar un arma que se encontraba cargada y desbloqueada en su vivienda ubicada en Chicago. Por esa razón, ahora es el padre quien enfrenta cargos con la justicia.
Al principio, el menor de edad, del que no se sabe la identidad por razones de resguardo, había culpado a su abuela y, más tarde, a su hermana de 5 años.
La víctima es Ashton Lipscomb, quien recibió un tiro en la cabeza el pasado 7 de octubre.
El padre de los menores, Adrien Lipscomb de 38 años, está siendo acusado de poner en peligro a un menor en el incidente, según informó la revista People. No obstante, el hombre se encuenta en libertad bajo fianza.
El abogado de Lipscomb, Andrew Gable, explicó al medio que el acusado se entregó a la policía y no tiene antecedentes penales e, incluso, cooperó con la investigación. Aún así, está a la espera de enfrentarse a una corte norteamericana en los próximos días.
La jueza Mary C. Marucio, que está a cargo del caso, dijo en la audiencia de libertad bajo fianza que “este es un caso profundamente trágico y desgarrador (…) Hay un profundo descuido en este delito, pero ciertamente no hay ninguna criminalidad aguda que padezca el Sr. Lipscomb”.

El llamado a la policía llegó a las 13:45 horas de ese fatídico día, momento en que los oficiales concurrieron a la vivienda y, en el segundo piso, se encontraron con la escena.
El padre, según los fiscales, habría salido de la casa para llevar a su esposa al hospital, descuidando las armas.
La abuela de los menores, que inicialmente había sido acusada, aseguró que no pudo ver el tiroteo.
La pequeña de 5 años, en tanto, dijo a la policía que sus hermanos habían estado jugando con dos pistolas cuando una de ellas se disparó accidentalmente, causando las heridas de gravedad.
El afectado fue llevado a un recinto asistencial de Chicago, donde fue declarada, minutos más tarde, su muerte.
Recordemos que uno de los temas más controversiales en Estados Unidos es lo relacionado con la Segunda Enmienda, que según la interpretación de numerosos estadounidenses garantiza el derecho a adquirir y llevar armas.
Con esto, se transformó en uno de los tópicos clave en medio del debate por un nuevo miembro de la Corte Suprema local, en septiembre recién pasado.
Si bien institución no ha querido abordar este asunto, rechazando varias consultas al respecto, una amplia mayoría conservadora podría reforzar los derechos de los propietarios de armas.
