Medios en Estados Unidos dieron a conocer el caso de Robert Duboise, un hombre de Florida (EEUU) que pasó 37 años en la cárcel por error. En 1983, fue condenado a cadena perpetua por la supuesta violación y asesinato de una joven, pero se comprobó su inocencia luego que se encontraran muestras de ADN que habían desaparecido.

Dubpise salió desde la Correccional Hardee el pasado jueves, luego que se comparara su muestra de ADN con otra encontrada en un kit que había quedado como evidencia de aquella violación, el cual se creyó perdido por casi 4 décadas.

El fiscal estadounidense Andrew Warren, en una conferencia de prensa, pidió disculpas al hombre, asegurando que no podrán devolverle el tiempo que había perdido

“Pido disculpas al señor DuBoise en nombre de todo el sistema judicial. La familia de la víctima, Barbara Grams (víctima del hecho), merece tener la verdad, y esta nueva evidencia ayuda a revelar esa verdad a todos nosotros”, indicó.

La Fiscalía de Florida sostuvo que en 1983 las pruebas forenses de ADN no estaban avanzadas, por lo que el kit de aquella violación fue archivado.

Robert DuBoise
Robert DuBoise

Éste fue encontrado en julio pasado por una abogada en las oficinas del Médico Forense de Hillsborough. Los últimos exámenes mostraron que el ADN de DuBoise no estaba presente.

No obstante, precisaron, sí existían rastros de otros dos sujetos, los cuales están muertos.

En ese entonces, sostuvo Warren, la única prueba que se utilizó contra el hombre fue una supuesta marca de mordida que tenía el rostro de la víctima, la cual coincidía con las piezas bucales del presunto victimario.

Debido a este caso, detalla Washington Post, la comunidad científica en Estados Unidos está considerando que las marcas de mordidas no son confiables para identificar a personas en casos criminales.

Sin ir más lejos, uno de los expertos sostuvo que la marca en el rostro de Barbara Grams no fue una mordida hecha por una persona.

“A pesar de todas las salvaguardas en nuestro sistema, cuando la ciencia nos dice que hemos condenado a la persona equivocada, debemos escuchar y actuar”, sostuvo Warren

“Las condenas erróneas erosionan los cimientos de nuestro sistema judicial. Durante 37 años, hemos tenido a un hombre inocente encerrado en prisión, mientras que el verdadero perpetrador nunca fue responsabilizado por este crimen atroz”, concluyó.