Estas Fiestas Patrias desempolvamos la parrilla y, antes de poner la carne, hay un ritual que muchos siguen en sus casas, pero ¿funciona? Resulta que la cebolla y el limón en realidad no limpian esta superficie.
Así lo explicó el chef Heinz Wuth, conocido en redes por sus curiosos datos de “Ciencia y Cocina”. Acá te contamos.
En el caso de la cebolla, “al frotarla sobre la parrilla caliente parece que funciona, arrastrando suciedad, pero también libera jugos llenos de azúcares“, explicó.
Estos jugos se caramelizan con el calor del fuego y terminan quemándose, dejando restos en las rejillas de la parrilla que luego pueden quedar en la carne. “Esos sabores pasan directamente al asado y puede afectar“, aclaró.
Con el limón ocurre algo similar, además, tiene más azúcares que la cebolla. “Al contacto con la parrilla, esos jugos se queman aún más rápido”, señaló.
El chef explicó que, de hecho, el ácido sí puede ayudar “pero no es tan abrasivo como para limpiar realmente y al final esos sabores amargos también se transfieren a la carne”.
¿Cómo se debe limpiar la parrilla?
Wuth recomienda hacerlo con un trozo de papel aluminio bien comprimido, haciendo presión sobre la rejilla, lo que ayudará a eliminar los residuos. Sin embargo, puede dejar partículas.
Por ello, el segundo paso es limpiar con papel o paño húmedo “hasta que salga totalmente limpio”, puntualizó, o “un cepillo de cerdas duras sirve también. Deben ser herramientas que limpien y arrastren la suciedad”, añadió.
“En conclusión, la cebolla y el limón no son la mejor herramienta, pero si lo haces por tradición es tu decisión”, cerró.
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