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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La tradición de decorar un árbol en Navidad tiene un origen que se remonta a tradiciones antiguas, mezclando el paganismo y el cristianismo. En el norte de Europa, se decoraban árboles durante el solsticio de invierno como símbolo de vida y renovación. En el siglo XVI en Alemania, surgió el árbol navideño moderno decorado con velas y elementos brillantes, asociado al luteranismo. En el siglo XIX, la reina Victoria y el príncipe Alberto popularizaron la tradición en Europa y el mundo.

Un clásico de Navidad alrededor del mundo es decorar un árbol con luces, esferas y una estrella. Mientras que algunos optan por incluir guirnaldas, otros apuntan por opciones más recatadas.

Y es que las alternativas varían caso a caso, tanto en los adornos, como en el color del pino. No obstante, lo que nunca cambia es el concepto. ¿Cuál es el origen de la tradición?

¿Por qué decoramos un árbol en Navidad?

Raúl La Torre, historiador y coordinador de Extensión Cultural de la Universidad de los Andes (Uandes), explica que el árbol de Navidad es el resultado de una mezcla de tradiciones muy antiguas.

“El árbol de Navidad tiene un origen que mezcla diferentes tipos de tradiciones, empezando por el paganismo y luego, hay toda una cristianización del árbol”, apunta.

El experto sostiene que mucho antes del cristianismo, los pueblos del norte de Europa decoraban árboles durante el solsticio de invierno como un símbolo de vida y renovación, precisamente en los días más oscuros del año.

Con el tiempo, estas costumbres se integraron a celebraciones cristianas medievales, donde surgió el llamado “árbol de paraíso”, adornado con manzanas y diversas frutas, explica el historiador.

Sin embargo, “el árbol navideño moderno aparece recién en el siglo XVI en Alemania, cuando comenzó a decorarse con velas, espejos y elementos brillantes, en una práctica asociada especialmente al luteranismo”, detalla La Torre.

Ahora bien, la gran expansión llegó en el siglo XIX, impulsada por la reina Victoria y el príncipe Alberto, cuya célebre fotografía junto a un árbol de Navidad popularizó definitivamente esta tradición en Europa y luego en el resto del mundo.

De velas a lucas: por qué se decora un árbol en Navidad y cómo se popularizó durante siglos
Árbol de Navidad de la reina Victoria | Illustrated London News

En la actualidad, el árbol de Navidad está presente en numerosos países, adaptándose a sus propias costumbres y materiales. “En nuestra parte son árboles ficticios similares a un pino”, menciona La Torre, “pero existen muchas partes del mundo donde se introduce un árbol de verdad a las casas”, sostiene La Torre.

Con siglos de historia, el árbol de Navidad sigue siendo un símbolo de esperanza, luz y renovación para millones de familias.