Medios en Estados Unidos dieron cuenta del caso de una bebé llamada Molly Everette Gibson, quien el pasado 26 de octubre, el día de su nacimiento, impuso un nuevo récord al nacer de un embrión que estuvo congelado por 27 años.

Según detalló la cadena NBC, la implantación se llevó a cabo en el Centro Nacional de Donación de Embriones, el cual está ubicado en la ciudad de Knoxville (Tennessee) y la receptora fue una mujer llamada Tina Gibson.

Desde la organización sostuvieron que este embrión estuvo congelado en frío extremo desde 1992 hasta el pasado 12 de febrero, cuando fue colocado en el útero de Gibson.

De esta forma, la pequeña Molly batió el récord que hace tres años había conseguido su propia hermana, Emma Wren Gibson, cuyo embrión había estado congelado por 24 años. La pequeña nació sin complicaciones en noviembre de 2017.

Desde el centro de donaciones de embriones sostuvieron que esto es una prueba de que las personas “no deben descartar los embriones simplemente por el tiempo que han permanecido congelados”.

Molly y Emma | NBC

Sin ir más lejos el doctor Jeffrey Keenan, presidente de la organización, aseguró desde un comienzo a la familia que la edad no debería afectar la posibilidad de que la mujer quede embarazada.

“Esto definitivamente refleja la eficiencia de la tecnología utilizada todos esos años y su capacidad para preservar los embriones para uso futuro en un marco de tiempo indefinido”, indicó.

Por su parte el matrimonio considera este nacimiento como una “bendición en medio de un complejo 2020”. Sin ir más lejos, la implantación del embrión se produjo semanas antes que comenzaran las restricciones en Estados Unidos por la pandemia.

“Con mi esposo generalmente reflexionamos sobre lo que ocurre. A veces le pregunto ‘¿Puedes creer que ya tenemos dos hijas?’. Podríamos ser padres de muchos niños, es maravilloso”, indicó.

Ya en 2017, cuando nació su primera hija, el matrimonio había indicado a CNN que llevaban años de lucha y frustración por los problemas de infertilidad que tenía Tina.

“Puedo decir que aún no puedo creer que soy madre de dos niñas hermosas. Muchos decían que me acostumbraría durante el embarazo, pero aún me sorprende lo que logramos”, concluyó.