La experta afirma que con la técnica "se han percibido otros beneficios positivos como mejorar la sensibilidad a la insulina, reducir los triglicéridos y mejorar los valores de colesterol total en la sangre".

“Es una herramienta nutricional que se utiliza para el control del peso corporal mediante el consumo de alimentos durante ciertas horas del día o ciertos días de la semana”. Así define la nutricionista de Nueva Clínica Cordillera, Camila Sembler, la práctica de ayuno intermitente que, por estos días, ha ganado fuerza entre quienes buscan cambiar su aspecto físico o mejorar su salud.

Se trata de una práctica, continúa, “completamente voluntaria” y que siempre debe realizarse de acuerdo a “lo que desee el paciente”.

Existen, explica, dos alternativas más convencionales. Una de ellas es conocida como el método de “16×8”, en que se realizan 16 horas de ayuno y ocho de ingesta de alimentos. En el otro, denominado “5×2”, durante dos días a la semana se restringe la ingesta calórica a 500 o 600 calorías, mientras durante los otros cinco días se puede comer lo que la persona desee.

La experta, que advierte que quien realice esta práctica debe ser siempre bajo la supervisión de un profesional de la nutrición, indica que “se ha demostrado que el ayuno intermitente es una alternativa eficaz para disminuir el peso corporal”.

“Principalmente se debe a que se genera un largo período sin consumir alimentos, lo que disminuye la ingesta calórica total del día”, explica, añadiendo que el método podría ser un complemento de una estrategia más global, o una estrategia exclusiva.

Ayuno intermitente - comida
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Un debate

Tal como reportó BioBioChile tiempo atrás, hay quienes no están de acuerdo con que el ayuno intermitente -que también se puede realizar por razones culturales y religiosas- sea una buena técnica.

Para Jean Michel Cohen, nutricionista, ayunar “no tiene ningún sentido”. “Ayunar durante 24 horas después de haber bebido y comido mucho puede ser, pero hacerlo para desintoxicarse no sirve para nada. Al contrario, el cuerpo termina aún más cansado”, explica, añadiendo que “usamos nuestras reservas, a veces aquellas que no deseamos como la grasa corporal, pero a veces también la masa muscular, proteínica, que es esencial para el organismo”.

En efecto, Sembler detalla que el método debe ser adaptado a la condición de cada persona para no poner en riesgo la salud y empeorar el estado nutricional, añadiendo que ella sí “recomendaría esta estrategia para personas que deseen perder peso o mejorar la composición corporal”.

Esto, añade, pues “se han percibido otros beneficios positivos como mejorar la sensibilidad a la insulina, reducir los triglicéridos y mejorar los valores de colesterol total en la sangre”.

ayuno intermitente - comida
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Ayuno intermitente: precauciones

Sembler advierte que el ayuno intermitente no se debe recomendar en niños, embarazadas, pacientes con diabetes -especialmente insulinodependientes-, personas con trastornos alimenticios y/o trastornos psiquiátricos.

Asimismo, apunta a que podrían existir efectos adversos físicos a los que se debe estar atentos, y que podrían aparecer incluso seis meses después de que se inicia el método.

Entre ellos, detalla, “la falta de energía, dolor de cabeza, estreñimiento, malestar general y disminución de la concentración”.

“Se ha visto que el período de ayuno continuo es seguro hasta las 72 horas, luego de eso se producen pérdidas aumentadas de vitaminas, minerales, masa muscular. Además podría producirse, en casos más severos, también la muerte”, sentencia.