Si bien ya van más de dos años desde el inicio de la pandemia, todavía existen personas que no han recibido su vacuna contra el covid-19. Más allá de sus motivos, dejamos las razones de por qué deben inocularse para evitar peligros.

No necesariamente todas las personas que no han recibido la vacuna contra el covid-19 en la actualidad es porque creen en las teorías conspirativas. Algunas personas tienen sus sospechas por la rapidez que tuvieron los laboratorios para crear un tratamiento, así como otros no saben qué hacer entre tanta información tergiversada.

De todas formas, el calendario para recibir las dosis continúa avanzando e incluso, debido a la nueva variante Ómicron, el ministro de Salud, Enrique Paris, aseguró este jueves que en febrero existirá la opción de un cuarto proceso.

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Sin embargo, aunque algunos todavía consideren que es muy pronto para inocularse, quienes no cuentan con la dosis contra el covid-19 se encuentran en mayor peligro que aquellas que sí.

La importancia de una dosis completa

De acuerdo al informe del Minsal, el 91,8% de las personas mayores de 18 años están inoculadas. Sin embargo, según su gráfica, habría alrededor de un millón de personas sin su esquema completo y más de 5 millones sin la dosis de refuerzo.

Cabe decir que la segunda dosis debe administrarse 28 días después de la primera inyección. “El hecho de que yo me haya puesto una dosis no me protege”, asegura la doctora Marcela Cifuentes, encargada del proceso de vacunación del Hospital Clínico de la U. de Chile en una nota de la universidad.

Por otro lado, la dosis de refuerzo es crucial para mantener a raya las nuevas variantes del virus. Si bien las personas pueden seguir contagiándose del virus tras el pinchazo, el contar con ella ahorra una hospitalización e incluso la muerte por complicaciones del covid.

Los peligros de no recibir una vacuna

Un estudio de la revista médica BMJ aseguró que las personas que no están vacunadas contra el covid-19 tienen un riesgo 11 veces mayor de morir por la variante Delta, mutación del virus que más víctimas fatales sumó.

Por otro lado, el mismo estudio apunta a que quienes fueron inoculadas tuvieron 10 veces menos probabilidades de acabar en el hospital, además de tener 5 veces menos posibilidades de contagiarse.

Este tipo de inyecciones están creadas para que nuestro sistema inmune sepa “defenderse” del SARS-CoV-2. Esta preparación no funciona igual que, por ejemplo, la peste cristal, que tras infectarse una vez, nuestras defensas aprenden a luchar contra este tipo de virus.

De hecho, un estudio de la CDC demostró que, en el caso de personas que ya tuvieron coronavirus, aquellas que no reciben una vacuna luego de su recuperación tienen 2 veces más probabilidades de volver a infectarse que quienes reciben la dosis completa después de mejorar.

El 20 de diciembre, Estados Unidos tuvo a su primera víctima por la variante Ómicron. La noticia fue confirmada por la jueza del condado de Harris, Texas, Lina Hidalgo.

“Lamento informar la primera muerte local por la variante Ómicron de covid-19. (Se trata de) un hombre de 50 años que no estaba vacunado. Por favor, vacúnense y reciban la dosis de refuerzo”, escribió en Twitter la autoridad.

La idea de inocularse es evitar que, al pasar por demasiados contagios, el virus mute y acabe creando una variante que podría cambiar lo suficiente como para que los anticuerpos no puedan enfrentarse a este y se vuelva a pasar por la incertidumbre del 2020.

Christopher Martin, profesor de salud pública en la Universidad de West Virginia, contó a Bloomberg que “un gran número de personas no vacunadas hace que las variantes sean más probables”. “Cada uno de nosotros sigue en riesgo mientras haya un gran número de personas no inoculadas en cualquier parte del mundo”, puntualizó.

Un riesgo a los más pequeños

Además, quienes no estén protegidos contra el coronavirus pueden poner en peligro a sus seres queridos, no sólo a los adultos mayores que son parte de la población de riesgo, sino que también a los más pequeños del hogar.

Al respecto, la CDC recomienda que en caso de tener un menor de 2 años en casa, se debe limitar las visitas con personas que no estén vacunadas, así como alejarlo de las propagaciones de gente.

A inicios de mes, la OMS llamó a que todos los niños entre 5 y 11 años recibieran la vacuna para evitar síndromes severos de la enfermedad. Para noviembre de este año, el Ministerio de salud dio a conocer que existían 403 casos del Síndrome Inflamatorio Multisistémico (PIMS, por sus siglas en inglés).

De acuerdo a la Clínica Las Condes, se le conoce como PIMS a una una híper respuesta inmunitaria asociada al covid que produce un cuadro inflamatorio generalizado que, de no tratarse a tiempo, puede alterar las arterias. Este síndrome puede desarrollarse en diferentes edades de la niñez.

Como todavía no existe una vacuna para edades más tempranas, los infantes pueden sufrir de la enfermedad del SARS-CoV-2 con todos los peligros que trae consigo.

En marzo de este año, DW analizó y verificó diferentes noticias alrededor del mundo que hablaban de muertes tras una vacunación. El medio investigó cada una de estas notas, descubriendo que en la mayoría había sufrido una enfermedad preexistente, siendo este el motivo de su muerte o no cumplían con la dosis completa, contagiándose con covid-19.