La depresión afecta a más de 264 millones de personas en el mundo, incluyendo niños y adolescentes, según índices de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se caracteriza por una tristeza persistente y una falta de interés o placer en actividades que antes eran gratificantes o agradables.

Las causas de la depresión incluyen interacciones complejas entre factores sociales, psicológicos y biológicos. Los acontecimientos de la vida, como la adversidad, la pérdida y el desempleo de la niñez, contribuyen y pueden catalizar el desarrollo de la depresión.

Aunque existen tratamientos psicológicos y farmacológicos para la depresión moderada y grave, en los países de ingresos bajos y medianos, los servicios de tratamiento y apoyo para la depresión a menudo están ausentes o están subdesarrollados, situación que ha generado aumento en la gravedad de este trastorno.

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Por esta razón, científicos han intentado investigar para encontrar otras formas de combatir esta patología e intentar prevenirla desde la infancia.

Una nueva investigación liderada por expertos de la University College London (UCL), la cual reveló que los niños que juegan videojuegos a los 11 años tienen menos posibilidades de desarrollar depresión a los 14.

Los científicos recopilaron los datos de más de 11 mil adolescentes que forman parte del Millennium Cohort Study, quienes han sido estudiados desde que nacieron, entre el 2000 y 2002, en Reino Unido.

Dichos jóvenes, respondieron encuestas sobre el uso de redes sociales, internet y la regularidad con la cual juegan videojueogos a los 11 años, los que fueron consultados nuevamente a los 14.

Los resultados arrojaron que quienes jugaron videojuegos casi todos los días días tenían un 24% menos de síntomas depresivos tres años después, en comparación a los niños que jugaban menos de una vez al mes.

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En palabras de Aaron Kandola, uno de los expertos que realizó esta investigación dijo al medio
Medical Xpress que “las pantallas nos permiten participar en una amplia gama de actividades. Las pautas y recomendaciones sobre el tiempo frente a ellas deben basarse en nuestra comprensión de cómo estas actividades pueden influir en la salud mental”.

“Si bien no podemos confirmar si los videojuegos realmente mejoran la salud mental, en nuestro estudio no pareció dañino y puede tener algunos beneficios. Particularmente durante la pandemia, los videojuegos han sido una plataforma social importante para los jóvenes”, agregó el especialista.

Durante la pandemia, las necesidades de recreación aumentaron, sobre todo en familias con niños pequeños, quienes debieron reinventar las formas de diversión. Si bien los expertos también advierten repercusiones no tan positivas por la cantidad de horas jugando, estas deben regularse para así proporcionar un momento de actividad que motivará a los más pequeños y evitar que durante su desarrollo adolescentes, padezcan depresión.

Estudio científico
Este artículo se basa en un estudio científico que puede ser sometido a nuevas pruebas para ser validado o descartado. Sus resultados NO deben considerarse concluyentes.