Previo a la final del Mundial de Qatar, 3 jugadores de Francia presentaron cuadros febriles similares a los de una gripe. La federación gala no ha confirmado de qué enfermedad se trata, pero un medio internacional aseguró que podría ser el "virus del camello" o Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS), un tipo de coronavirus que no tiene cura y que es mortal en el 30% de los casos.
Francia, flamante finalista de la Copa de Qatar 2022, celebra el paso tras derrotar a Marruecos, pero están preocupados por algunos de sus jugadores que podrían haber contraído el “virus del camello“.
Se trata del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS), que según información habría contagiado a 3 miembros del elenco galo, aunque aún no se descarta que también pueda ser covid-19.
3 jugadores de Francia estarían contagiados con el virus del camello
Este miércoles, Didier Deschamps no pudo contar con Adrien Rabiot y Dayot Upamecano, tras confirmarse que padecían “cuadros febriles y síntomas de gripe”. A ellos, se les sumó más tarde el atacante Kingsley Coman.
Según el diario Sport, el causante de los problemas de la selección de Francia, es el “virus del camello“. Eso sí, desde la federación no existe información oficial que explique el malestar de los jugadores.
El entrenador francés intentó justificar las complicaciones con el descenso de las temperaturas sufrido en Qatar. También habló de la fatiga de los profesionales y dijo que no es casualidad que esto sucediera después del partido con Inglaterra.
¿Qué es el “Virus del camello”?
De acuerdo a Medline Plus, el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés) y nombrado popularmente como “virus del camello”, es una enfermedad respiratoria grave y que no es más que otro tipo de coronavirus, semejante al covid-19.
La enfermedad causa fiebre, tos, dificultad para respirar y resulta mortal en aproximadamente el 30% de los casos.
El “virus del camello” se reportó por primera vez en Arabia Saudita en el 2012 y luego se propagó a otros países, la mayoría, a partir de personas que viajaron por Oriente Medio.
Se piensa que los humanos se infectaron luego de que el virus mutara y pasara desde los camellos, los que, a su vez, pudieron infectarse -también por una mutación- de los murciélagos.
Por ahora no existe vacuna o cura para esta enfermedad, por lo que para evitar contagios, se recomiendan medidas bastante similares a las que conocimos cuando inició la pandemia del covid-19, es decir, lavado constante de manos, uso de alcohol y mascarilla, evitar el contacto directo, etc.
