En 2012 Mauricio Pulgar presentó una querella por abusos sexuales contra el presbítero Humberto Henríquez. A esto se sumaron denuncias por encubrimiento y asociación ilícita contra otros sacerdotes de Valparaíso.

Todas estas denuncias fueron por hechos ocurridos en los años noventas, pero la investigación fue sobreseída por la justicia.

En tanto, Sebastián del Río envió una denuncia protocolizada al Vaticano por acoso en contra Mauro Ojeda. Además en este escrito acusó que cuando estaba listo para ser ordenado sacerdote, Gonzalo Duarte, obispo de Valparaíso, no lo hizo, ya que del Río no accedió a ciertas peticiones.

Dentro de las denuncias también hay otros dos hombres. Uno de ellos es Marcelo Soto quien acusa haber sido forcejeado por Humberto Henríquez cuando trabajaba en la parroquia Nuestra señora del Rosario de Quilpué. Sin embargo, no recibió apoyo y se fue del seminario. En tanto, un cuarto denunciante, quien no quiso entregar su nombre, acusa que fue hostigado por José Olguín y Mario Lisperguer.

Los exseminaristas, Mauricio Pulgar y Sebastián del Río, conversaron sobre estas denuncias con el Expreso Bío Bío.

“Yo tengo certeza que mi denuncia fue recibida por el Papa Benedicto XVI. Le pidió al cardenal Jorge Medina que me entrevistara y no pasó más. Me entrevistó en la Parroquia de Viña del Mar un domingo de febrero de 2010-2008, no me acuerdo. Pero nunca más supe nada”, señaló del Río.

“Mi impresión es que el cardenal Medina quería proteger a Gonzalo Duarte”, añadió. Del Río además explicó las denuncias contra Duarte e indicó que “yo lo acuso de abuso de conciencia, abuso de poder con una connotación sexual, por un masaje que me exigió en su departamento estando los dos a solas. En el momento en que estábamos hablando de mi futura ordenación diaconal, se saca la camisa, se desnuda el dorso, me pasa un gel y me exige un masaje”.

“Cuando yo empiezo a levantar la voz, a levantar el tema, Gonzalo Duarte me dice que si yo quiero llegar lejos tenía que hacer vista gorda y seguir adelante”, añadió del Río.

En tanto, Mauricio Pulgar acusó que “en mi tiempo, más de tres seminaristas terminaron hospitalizados por crisis nerviosas fulminantes (…) por los constantes abusos”.

Sobre su denuncia, indicó que “se transformó en una demanda. Humberto Henríquez nunca que a declarar al tribunal, (Ricardo) Ezzati nunca declaró, (Francisco Javier) Errázuriz tampoco. La jueza determinó que como los delitos estaban prescritos, no tenía sentido seguir investigando”.

En tanto, de acuerdo a lo que esperan que ocurra con sus casos, del Río mencionó que “espero que haya una purificación al interior de la Iglesia, que esto no vuelva a ocurrir. Que aquí haya un punto aparte y un nunca más”.

Por su parte Pulgar mencionó que “en materia judicial legalmente está prescrito, no hay nada que hacer. Pero lo que no está prescrito es el daño moral, en ese sentido nos estamos agrupando. Hasta ahora somos cuatro”.

Escucha la entrevista completa a continuación: