En 14 páginas dirigidas al Papa Benedicto XVI, Sebastián del Río Castro reveló el acoso sexual al que habría sido sometido por el rector del Pontificio Seminario Mayor San Rafael de Valparaíso, Mauro Ojeda.

El ex seminarista envió una carta directamente al Vaticano para contar su experiencia mientras realizaba sus estudios sacerdoteles en 2004, donde reveló también cómo se vio obligado a salir del seminario en agosto de 2007 porque no se le ordenó como diácono.

En la historia también involucra a otros tres autoridades eclesiásticas, a quienes acusa de tener antecedentes de su caso, pero no hacer nada por investigar las supuestas irregularidades. Se trata del Obispo de Valparaíso, Gonzalo Duarte, el titular auxiliar de la misma diócesis y el secretario de la Conferencia Episcopal Latinoamericana, Santiago Silva, y el obispo emérito de Rancagua, Javier Prado.

Pese a los intentos de tratar de tener declaraciones, el se negó a profundizar en el tema argumentando que en ningún momento quiso hacer pública su situación.

Sin embargo, esto fue negada por el obispo emérito de Rancagua, Javier Prado, quien desmiente la historia de Sebastián Del Río.

Del Río, por su parte, asegura que el obispo emérito de Rancagua, Javier Prado, le afirmó que se le cerrarían las puertas de otros seminarios por haber recurrido a Roma.