La música tiene distintos oficios asociados a ella, entre los cuales la interpretación y ejecución de canciones es fundamental. Sin personas que los graben, no existirían discos ni fonogramas: No podríamos poner una y otra vez esos temas que tanto nos gustan, con las voces de quienes los interpretan y la instrumentación que les da vida.

Gracias a los intérpretes, conocemos piezas que viajan por el mundo, mucho más allá de lo que sus autores hubieran imaginado. Lucho Gatica dio voz a un clásico de Vicente Garrido como “No me platiques más”, tal como Zalo Reyes hiciera lo propio con “Yo soy aquel” de Roberto Livi. Podríamos dar miles de ejemplos.

De ahí que a la hora de pagar por el uso de música en contextos comerciales, estén involucrados tanto un derecho de autor, que retribuye a los autores y compositores de las obras, como uno de intérprete, para cantantes e instrumentistas de las mismas. No hay rubro que no esté sujeto a ello: televisión, radios, cine, espectáculos y locales que usan música para mejorar su oferta, como restoranes, bares, hoteles o farmacias. Todos son parte de esta misma regla. Todos… Excepto las plataformas digitales.

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El derecho de autor se defiende Miércoles 30 Abril, 2025 | 11:14

Proyecto de Ley Tommy Rey

Gracias a un vacío en nuestra legislación, desde su llegada al país estas plataformas se han visto inexplicablemente liberadas de pagar derechos de intérprete, cuestión que no solo representa un menoscabo para miles de cantantes e instrumentistas que viven de ese trabajo, sino también una injustificada ventaja para un sector respecto de todos los demás. Para poner fin a esa anomalía es que nació el proyecto de Ley Tommy Rey, cuyo nombre no es en absoluto casual.

Patricio Zúñiga, el inolvidable Tommy Rey, se alzó en Chile como el intérprete por excelencia, tras dar voz al gran repertorio tropical latinoamericano, de autores colombianos, uruguayos, argentinos y chilenos, entre otros. Independiente de quién los haya firmado, fue gracias a él que aquí conocimos éxitos como “El galeón español”, “La Mafafa” o “Daniela”, tanto que hoy no concebimos escucharlos si no es con su inconfundible registro al frente.

Sin embargo, pese a ese invaluable aporte, que lo transformó en el Rey de la Cumbia a nivel local, Tommy jamás recibió compensación alguna por parte de las plataformas digitales. Cada fin de semana, en Año Nuevo y Fiestas Patrias, millones de personas abren un servicio de streaming para escuchar los clásicos de la Sonora, acción por la que esta nunca ha recibido un peso.

Respeto a los intérpretes

Esto no puede seguir ocurriendo. No es posible que intérpretes y ejecutantes mueran sin haber recibido lo que les corresponde por el provecho que otros han obtenido de su trabajo. De ahí que como Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales (SCD), con el respaldo de miles de músicos y músicas, impulsamos el proyecto que modifica la Ley N°17.336, a fin de que los derechos de intérprete sean respetados en el ámbito digital.

Esto es algo que ya está regulado en las principales economías del mundo, sin que ello haya implicado encarecer el acceso a plataformas para los millones de personas que las utilizan a diario, en ningún caso. La responsabilidad es de las plataformas, no de sus clientes.

La llave para que este proyecto avance hoy está en manos de la Comisión de Cultura, Artes y Comunicación de la Cámara de Diputadas y Diputados, donde se votará este miércoles 9.

Es indispensable que allí sea aprobado, a fin de que la discusión en torno a él continúe y pueda seguir avanzando en su camino a convertirse en Ley, en nombre de Tommy y de todos los intérpretes y ejecutantes de nuestro país y el mundo.