Vecinos y comerciantes establecidos en el barrio Meiggs alertan sobre un fuerte impacto del comercio ambulante en la seguridad del sector. Desde la Municipalidad de Santiago, que tiene potestad sobre una parte del sector, reconocen estar preocupados por el actual escenario, lo que se podrían intensificar con la temporada de venta de artículos escolares que se abre en marzo.
Todos lo saben pero en realidad nadie hace nada. Esa es una de las respuestas que más se escucha de parte de vecinos y locatarios del histórico barrio Meiggs, creado en 1872, y que hoy simplemente les queda mirar cómo el sector empeora día a día.
La Radio estuvo en el lugar. A eso de las 07:30 de la mañana ya es posible observar en plena calle Sazié verdaderos campamentos compuestos por carpas, rejas y mallas que albergan a comerciantes ambulantes, los cuales son desarmados para transformarse en tiendas abiertas al masivo público que llega cada jornada a comprar al barrio Meiggs, que comparten las comunas de Estación Central y Santiago.
En ese lugar, en que se vende de todo sin boletas, no son pocos los que advierten el temor que está generando la aparición coordinada de personas que tienen control de los espacios públicos y otorgan lugares específicos a extranjeros para que puedan vender sus cosas. Algo que según fuentes policiales se ha analizado pero hasta ahora no existen resultados.
De hecho, comerciantes que llevan años establecidos en el sector se han visto obligados a cerrar las puertas de sus locales y colgar carteles de arriendo, ante la expansión descontrolada de los comerciantes callejeros que ocupan veredas y calles para vender mercadería sin emitir boletas ni facturas.
Los robos y asaltos serían una situación que se puede ver todas las jornadas desde el mediodía en plena Alameda, según informó una trabajadora de un local comercial cercano al metro Estación Central que solicitó mantener en reserva su nombre.
La representante de los locatarios del barrio Meiggs, Patricia Pérez de Arce, constató esta situación. Además, señaló que ha habido un cambio en el tipo de vendedor ambulante que llega al sector: de un perfil dialogante, se habría pasado a la tónica de las amenazas, tanto a los comerciantes establecidos como a los organismos encargados de fiscalizar, lo cuál tendría el efecto de que las autoridades ya no se acercarían al sector.
Serían cinco mil los vendedores ambulantes en Meiggs y, según el “Estudio del Comercio Ambulante ilegal y sus Implicancias en la Seguridad Ciudadana”, elaborado por la subsecretaría de Prevención del Delito, su masiva presencia genera efectos como asociación ilícita, competencia desigual, falsificación, venta de especies robadas y un deterioro del espacio, lo cual incide directamente en la percepción de inseguridad de los ciudadanos.
Por otro lado, en esta zona de Estación Central también habría un problema de salubridad que se ve en que las mismas calles y el bandejón central de la Alameda son usados como baño por vendedores ambulantes y personas en situación de calle.
Contactados por La Radio, desde la comuna de Estación Central rechazaron referirse a este tema.
Desde el municipio de Santiago, comuna en la cuál también se incluye el barrio Meiggs, genera preocupación la temporada de venta de útiles escolares, la cual en marzo podría intensificar los problemas asociados al comercio ambulante.
El alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, hizo un llamado al trabajo en conjunto entre las autoridades encargadas de fiscalizar en la zona.
Enfrentamientos con pistolas, cuchillos y sables y aglomeraciones que amenazan con transformarse en una peligrosa fuente de contagios de covid-19 son parte de la realidad que se vive mes a mes en el barrio comercial de Meiggs, el cuál ha pasado a convertirse en una imagen de la cesantía y evasión de impuestos que azota al sector.