Eduardo tiene problemas cognitivos y de movilidad reducida que lo obligan a andar en silla de ruedas. Es dependiente al 100% de su madre y hace dos años se cayó junto a ella de una escalera mecánica de la estación Franklin de Metro de Santiago, cuando funcionarios del lugar y otros pasajeros los ayudaban a salir.

A raíz del accidente, la madre del niño denunció a Metro por la falta de accesos y salidas adecuadas para personas que se mueven en silla de ruedas, y el segundo juzgado de policía local de Santiago le dio la razón multando a la empresa a pagar 50 UTM, situación que la estatal apeló y llevó a la Corte de Apelaciones capitalina, que ratificó el fallo.

La madre identificada como Mariana, denuncia que muchos de los botones para pedir asistencia en las dependencias del tren subterráneo están fuera del alcance de las personas con discapacidad.

Pablo Sallés, abogado de la familia de Eduardo, aseguró que Metro argumenta tener medidas para el traslado de personas con movilidad reducida en toda su red, situación que hoy no se ve en todas las estaciones.

El abogado de Metro declinó referirse al fallo a la salida del tribunal y desde la empresa sólo aseguran que están haciendo mejoras para que todas sus estaciones sean accesibles para personas con discapacidad.