La colusión entre algunos vendedores y guardias del Terminal Pesquero Metropolitano para pasar pescado sin fiscalización del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, fue una de las irregularidades que mostró el segundo capítulo del programa Misión Encubierta de Mega.

Mediante un infiltrado que se tuvo que disfrazar de empresario pesquero para poder acceder a todos los detalles, el programa en su capítulo “Algo huele mal en el Terminal Pesquero Metropolitano”, además mostró que donde se faena el pescado no asegura las condiciones higiénicas óptimas para manipularlo y que tras analizar muestras en el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile, se encontraron microorganismos peligrosos como coliformes fecales.

Otra de las situaciones que se dieron a conocer fue que es una práctica habitual en el terminal el mantener almacenado el pescado con hielo por diez días o más, tiempo que sobrepasa lo recomendado por las autoridades.

Finalmente, el reportaje dio a conocer que por irregularidades en la administración del lugar, no existe alguien que se haga responsable de las faltas y que tampoco tienen efecto los sumarios e investigaciones de autoridades.