En más de 40 millones de pesos fue avaluado el robo y saqueo sufrido por una óptica la noche de este lunes en el centro de Concepción, región del Bío Bío, esto en medio de desórdenes registrados tras las marcha de conmemoración del segundo aniversario del estallido social.
El robo de diversas especies y el daño a mobiliario, avaluado en más de 40 millones de pesos, sufrió la noche de este lunes la Óptica Linco en el centro de Concepción, esto durante los desórdenes registrados tras la marcha en conmemoración del segundo aniversario del inicio del estallido social.
En específico, el ilícito se concretó en el recinto ubicado en calle Orompello, entre O’Higgins y Barros Arana, frente al Mall del Centro, donde desconocidos rompieron la puerta de ingreso y -de paso- vandalizaron el lugar.
Ismael Linco, dueño de la óptica afectada, indicó a Radio Bío Bío que “las alarmas nos notificó, obviamente siempre miramos las cámaras cuando eso pasa y veíamos en directo como los ladrones habían entrado y estaban robando, saqueando y sacando todo lo que podían encontrar”.
Respecto a las especies sustraídas, señaló que “fueron artículos de temporada, lentes de sol, mucho lentes de marca, de las más connotadas que hay. Nosotros trabajamos lentes de marcas importantes”.
Asimismo, reflexionó y apuntó que “lo más probable es que ellos hayan venido antes a ver lo que había, porque en realidad fueron muy precisos en robar las mercaderías que eran las más caras. Saquearon y quebraron lo que tenían que quebrar para robar eso”.
“La forma de entrar fue con una herramienta eléctrica, inalámbrica me imagino, porque cortaron varias cosas metálicas y obviamente se provocó el daño del local y el no poder abrir hoy día”, agregó, aseverando además que el local en cuestión tiene tres pisos y que los responsables del ilícito los recorrieron todos.
En esa línea, afirmó que “bajaron, no robaron nada, ni siquiera los computadores. Por eso creo que es como algo bien pensado antes de esta famosa protesta y marcha que hicieron ayer”.
Al momento de llegar al local, Ismael señaló que “se veían carabineros, pero estaban enfocados en poder repeler a la gente, porque era mucha gente. Vine con unos hermanos y estábamos bien asustados, porque en realidad era mucha gente y de todo tipo (…) Como había mucha bomba lacrimógena costaba respirar, costaba caminar y llegar acá fue una odisea”.
Finalmente, acotó que “esperamos volver a trabajar lo más pronto posible, si no es hoy día en la tarde será mañana, porque hay que continuar (…) Pedirle a la autoridad que no autorice estas marchas, porque siempre terminan en lo mismo”, exponiendo que hace dos años sufrió una situación similar en un local ubicado en calle Rengo. “Estamos asustados todo el tiempo”, cerro.
