La reconstitución de escena por la muerte de Manuel Rebolledo Navarrete (23) estuvo cargada de tensión, especialmente cuando el vehículo de los infantes de marina recorrían la calle Gran Bretaña, de acuerdo a lo sucedido el 21 de octubre del año pasado.

El carro eludió una barricada incendiaria entrando en una zona eriaza donde la víctima se hallaba junto a otras dos personas, con las que echaron a correr, siendo alcanzado por el pesado automóvil y muriendo en el lugar.

El conductor y único imputado hasta ahora, el cabo segundo Leonardo Medina Caamaño, vio al peatón y pudo evitar el atropello, pero se lanzó intencionalmente sobre la víctima, por lo que se configuraría un homicidio y no un simple cuasi delito, sentenció el abogado Nelson Villena, representante legal de la familia del fallecido.

El móvil implicado repitió el trayecto en al menos seis ocasiones y en cada una los infantes eran insultados por familiares y amigos de Manuel.

Para los familiares, la justicia se traduce en prisión efectiva para el acusado, indicaron Constanza Aburto, prima; y Agustina Ibacache, su abuela. Además aseguraron que “No fue un atropello accidental, sino que un crimen intencional”

El infante de marina que conducía el pesado vehículo decidió no intervenir en la diligencia, como se lo permite la ley, aunque eso no es realmente importante, comentó el fiscal jefe de Talcahuano, Julián Muñoz.

El fiscal no descartó que haya más imputados admitiendo que seguramente solicitará ampliar el plazo de la investigación, para ejecutar más pesquisas y diligencias.

Pedro Cid | RBB