Familiares y cercanos del profesor viñamarino Matías Orellana, quien hace un año perdió su ojo derecho producto de un impacto de bomba lacrimógena en medio de manifestaciones, acusan falta de avances en la investigación sobre su caso. Además, la defensa denuncia obstrucción por parte de Carabineros.

Fue cerca de las cuatro de la mañana del 1 de enero de 2020 que Matías se encontraba con sus amigos en la plaza Aníbal Pinto de la ciudad de Valparaíso. Lugar en que la noche de año nuevo se registraron diversas manifestaciones en el marco del estallido social.

Justo antes de retirarse de lugar, recibió el impacto de una bomba lacrimógena en su rostro, que lo dejó con la pérdida de su ojo derecho.

Tras un año de lo ocurrido y la revisión de videos del sitio del suceso, son cinco funcionarios de Carabineros los que han sido apuntado como los posibles culpables.

Al respecto, el abogado representante, Gianni Fenelli, acusó a la institución de estar obstruyendo la investigación, ya que las grabaciones de la central de comunicaciones estarían falladas.

“Particularmente a las tres de la madrugada con 57 minutos, hasta las cuatro de la mañana con cuatro minutos, en esos siete minutos claves, resulta que ellos señalan que la frecuencia se bloqueó y no tienen antecedentes”, detalló.

Familiares y amigos de Matías Orellana dijeron verse muy afectados por la situación ocurrida hace un año, y lamentaron el lento avance de la investigación.

Así lo dio a conocer uno de los amigos del profesor, Dariel Jara, quien afirmó que “a pesar de que intentemos de todas maneras (avanzar), desde lo judicial, desde lo social, siguen habiendo nuevas personas que les siguen sacando los ojos”.

Respecto a la querella presentada en contra del concejal Marcelo Barraza por injurias y calumnias en contra de Matías, el abogado representante de esta causa y amigo del profesor, Nicolás Jaramillo, explicó que por la pandemia han tenido trabas para la notificación de esta investigación.

Este jueves en mismo lugar de los hechos, la agrupación a la que pertenecía Matías, La Murga Clandestina, junto a su red de apoyo, se reunieron para exigir justicia por el joven profesor.