Grupo de expertos de la Universidad de Valparaiso advierten sobre el uso de bombas lacrimogenas en la población.

Mediante un estudio denominado como “Informe acerca del uso de gases lacrimogenos por agentes del Estado” exponen sobre los riesgos que conllevan este elemento.

Anibal Vivaseta, profesor de salud pública de la escuela de medicina de la casa de estudios y tutor de este informe en compañía de 12 estudiantes, explicó que algunos riesgos tienen relación con la sobredosificación de este elemento. Lo que produce irritación, no solamente afectando a la población que se encuentra bajo estos efectos, sino que también a la que está alrededor.

El especialista advierte sobre el gas lacrimogeno, ya que la única forma de reducir a una persona con este elemento, es que se asfixie. No solo eso, sino que tiene un consecuencias negativas por el efecto balístico. En ese sentido, comentó que una persona perdió el ojo por el impacto de una bomba lacrimógena, mientras que otra está con riesgo de quedar sorda.

El informe de 23 páginas, señala que el uso de gas pimienta, incluido a las lacrimógenas, potencia y prolonga los efectos dañinos sobre las personas.

En el informe se menciona que el gas lacrimógeno es una “denominación común para referirse a una familia de compuestos químicos” integrada por unos “quince químicos usados mundialmente como agentes lacrimógenos”, y caracterizada por la facultad de estos compuestos de “causar discapacidad temporal”.

Curiosamente, en la normativa internacional se prohíbe el uso de gases lacrimógenos en conflictos bélicos, pero aún se autoriza su utilización como mecanismo de dispersión de disturbios por parte de las fuerzas policiales.

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