Correazos del director del centro, hongos en los pies de un niño y un menor que era dejado con una toalla y el torso desnudo a la intemperie en invierno son parte de las denuncias que investiga la Fiscalía sobre Aldeas SOS en Quilpué.

En los últimos meses, el organismo colaborador del Servicio Nacional de Menores (Sename) hizo noticia en esa comuna por el presunto abuso sexual de un adolescente contra un niño, y por la violación de una funcionaria hace un par de semanas, víctima de un hombre que ingresó a una de las casas y que también amenazó de muerte a los menores.

Pero totalmente desconocidas para la opinión pública han permanecido las graves acusaciones de maltratos que obligaron a descabezar al equipo del programa en Quilpué.

Fue una denuncia anónima recibida en enero la que alertó de la situación a los directivos de Aldeas Infantiles SOS Chile.

En un correo electrónico recibido el 11 de ese mes, se detallaban graves vulneraciones en Quilpué contra nueve menores, de entre 11 y 17 años.

Entre los supuestos agresores, se encontraban el director y el subdirector del programa RPM Aldeas Infantiles SOS Quilpué, además de otros cinco funcionarios.

De acuerdo a la denuncia, el director Julio González Baeza fue acusado por dos niños de que “antes” los castigaba con correazos en su oficina si no obedecían.

Una adolescente, en tanto, dijo que González la trató de “cabra de mierda” cuando la sorprendió tratando de pintar con pintura roja el portón de Aldeas.

No sólo eso. El director habría contratado para reemplazos a siete educadoras que habían sido desvinculadas por maltratar menores.

El subdirector del programa, por su parte, habría abusado psicológicamente a tres menores, al tratarlos de monstruo, degenerado sexual y retrasado mental.

De acuerdo a la circular 2308 enviada al Sename para informar del hecho, el 18 de enero se realizó la separación de funciones de los involucrados.

Desde Aldeas Infantiles SOS Chile, al ser consultados por BioBioChile, detallaron también que tras una investigación interna se decidió desvincular al equipo directivo.

Denuncias contra las “mamás SOS”

Hongos en los pies de los niños fue una de las denuncias por negligencia contra una “mamá SOS” -educadora del programa-, además de haber castigado a un niño dejándolo con el torso desnudo y en toalla a la intemperie en invierno.

Por otro lado, una niña acusó que era encerrada en la cocina con la luz apagada por una segunda educadora, quien la obligaba a comerse toda la comida, a pesar de sufrir una condición estomacal por la que sólo debía consumir papilla.

Otra educadora fue denunciada por un supuesto abuso, sin especificar si físico o emocional, que habría ocurrido hace años y que investigó el Instituto Nacional de Derechos Humanos.

En la misma línea, hermanos que estuvieron en la casa de otra mamá SOS hace cinco años relataron cómo sufrieron maltratos físicos y psicológicos de parte de ella.

A una última educadora se la responsabilizó por no servir suficiente comida a las niñas de la casa 13, lo que fue respaldado por fotografías.

Al conocer las denuncias, Aldeas Infantiles SOS Chile puso los antecedentes a disposición de la Fiscalía Local, el Juzgado de Familia y el Sename.

“Se inició una investigación administrativa con un equipo interdisciplinario. Ante las recomendaciones levantadas en este informe, Aldeas Infantiles SOS Chile toma la decisión de desvincular a los trabajadores que aparecen involucrados”, detallaron a través de un comunicado.

También aseguraron que el “Programa de Acogimiento Familiar se encuentra monitoreado por la Oficina Nacional, con un nuevo director a cargo” y que “se tomaron las medidas necesarias para apoyar en todos los ámbitos a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que se habrían visto afectados”.

Por su parte, el Sename presentó una querella por maltrato relevante y trato degradante en el Juzgado de Garantía de Quilpué contra el exdirector, el exsubdirector, cuatro funcionarias y contra quienes resulten responsables.

“Se solicitaron medidas cautelares de prohibición de acercamiento a los niños, niñas y adolescentes por parte de dos de los implicados; la realización de supervisiones extraordinarias presenciales cada 15 días; y se instruyó plan de mejora para el centro, que abarca los diversos ámbitos de funcionamiento, lo cual ha sido monitoreado constantemente, al igual que las causas proteccionales”, manifestaron desde el Sename.