Las investigaciones que se han llevado a cabo respecto al secuestro y violación de una menor de 10 años ocurrido durante el fin de semana en Rancagua revelaron un nuevo antecedente: los sujetos imputados habrían realizado un intento previo para secuestrar a una niña de 7 años durante la misma jornada en la capital de la región de O’Higgins.

Eso si, esta última -en el primer intento- logró escapar del auto en el que la intentaron retener, tras lo cual resultó con algunas lesiones.

Pero quien no logró zafar en la segunda ocasión fue la niña de 10 años. Cuando regresaba de un almacén, fue separada a la fuerza de su hermano en la vía pública y subida a un vehículo del cual se perdió rastro. Apareció horas más tarde tras lograr escapar de sus captores, pero los exámenes médicos confirmaron lo peor: fue violada.

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Lo que más sorprendió fue el motivo de su actuar: en medio de una fiesta, un hombre dedicado al microtráfico de drogas le pidió a dos consumidores que le consiguieran a una niña, de aproximadamente 10 años de edad, para abusar de ella.

A cambio les daría droga y algo de dinero a la pareja. El matrimonio aceptó el acuerdo y concretó al día siguiente la búsqueda de una víctima.

Frente a todo lo anterior, la Fiscalía comenzó a indagar la posiblidad de que existan más víctimas del mismo delito. En concreto, el fiscal del caso, Sergio Moya, indicó que las policías se encuentran realizando el levantamiento de información de casos de características similares que pudieran haberse registrado en la zona.

“Nuestro deber es indagar si, en el modus operandi de este crimen gravísimo, existe otro tipos de víctimas que hayan sufrido un intento de sustracción”, detalló.

Lo anterior, principalmente enfocado en Rancagua, para determinar si eventualmente alguno de ellos presenta similitudes con los dos casos que conmocionaron a la zona durante el fin de semana.