El Embalse Punilla, proyecto emblemático para el riego de miles de hectáreas en la región de Ñuble tiene serias dificultades en la etapa de expropiación de terrenos y la materialización del Plan de Desarrollo Social en San Fabián de Alico, donde algunas familias siguen negándose a un plan de relocalización.

La iniciativa, cuyo impulso comenzó a darse hace más de una década, sorteó recursos en lo judicial y administrativo antes que fuera adjudicado por el Ministerio de Obras Públicas (MOP) a la empresa italiana Astaldi y enfrenta hoy serias dificultades.

El último informe de la concesionaria sobre el avance del proyecto y que corresponde al mes de febrero de este año, señala que a la fecha se han firmado 16 convenios para concretar la relocalización de familias como parte del Plan de Desarrollo Social.

De éstas, 6 familias ya se encuentran reasentadas y 10 están en proceso de revisión de antecedentes legales de las propiedades que van a adquirir.

No obstante, según el documento existen siete familias que no quieren aportar antecedentes para comenzar a gestionar su relocalización.

En la municipalidad de San Fabián conocen bien el conflicto, y según el alcalde Claudio Almuna, es urgente que se solucionen los problemas sociales que hoy impiden que el proyecto avance.

Paralelamente, la obra complementaria y necesaria para la transmisión de la energía generada en el embalse, una línea de alta tensión desde Punilla hasta San Fabián también es resistida.

Un primer intento de evaluación ambiental fue cerrado anticipadamente por el SEA, por no calificar.

Hoy se evalúa por segunda vez y el concejal Carlos Orellana señala que todos los ediles se oponen al trazado que en sus inicios no consideraba pasar por San Fabián.

De acuerdo al cronograma de Obras Públicas antes del 4 de abril había un plazo para la reubicación de una treintena de familias que viven en la primera zona expropiada.

Sin embargo, la diputada PPD por Ñuble, Loreto Carvajal, señala que no se irán antes de esa fecha, pues hay compromisos que no se han cumplido.

La parlamentaria agregó que el 7 de abril tendrán una nueva reunión en la zona con personeros del MOP para revisar las situaciones pendientes y cómo resolverlas, en el marco de esta licitación que consideró por primera vez en la historia de la Ley de Concesiones la construcción de un embalse multipropósito, es decir, una obra para riego y generación eléctrica.

La concesión es de 45 años e incluye un subsidio estatal máximo de US$231 millones para levantar la obra que tiene un costo total cercano a los US$500 millones.

El embalse tiene una capacidad de 600 millones de metros cúbicos de agua para entregar seguridad de riego a unas 70 mil hectáreas cultivadas en Ñuble.