La investigación del Ministerio Público sobre la muerte de casi 1.300 niños y niñas del Sename tuvo diversas aristas en Punta Arenas, donde las indagatorias se extendieron a la muerte de un niño que residía en el Hogar de Menores Miraflores.

De acuerdo a un informe de la Policía de Investigaciones, el fiscal regional de Magallanes, Eugenio Campos Lucero, estuvo presente en los últimos días de vida del menor que residía en un centro del Sename. Sin embargo, no se le habría tomado declaración.

La investigación del Ministerio Público sobre la muerte de casi 1.300 niños y niñas del Sename tuvo diversas aristas en Punta Arenas, donde las indagatorias se extendieron a la muerte de un niño de iniciales A.Q.C., quien residía en el Hogar de Menores Miraflores.

Un informe de la Brigada de Homicidios de la PDI, señala que el fiscal regional de Magallanes, Eugenio Campos, estuvo presente en los últimos días de vida del menor. Sin embargo, el persecutor encargado de las muertes del Sename, Marcos Emilfork, no le habría tomado declaración.

“Reiterados estados febriles”

En junio de 2017, la Fiscalía instruyó a la Brigada de Homicidios (BH) de la PDI que tomase declaraciones a funcionarios del hogar y a quienes estuvieron bajo su cuidado. El objetivo era dilucidar las causas del deceso del menor, ocurrido el 3 de enero de 2009.

A.Q.C. ingresó al Hogar Miraflores junto a su hermano cuando tenía poco más de un año. Una de las trabajadoras los describe como “niñitos muy normales, muy ruisueños”. Aunque sus padres los visitaban, el informe policial indica que lo hacían en estado de ebriedad y de manera esporádica.

La subdirectora del hogar, Elena López Muñoz, fue una de las profesionales que declaró ante la PDI. “A su llegada (el niño) no presentaba mayores problemas de salud. No obstante, yo personalmente debía concurrir a menudo a servicios de urgencia porque presentaba reiterados estados febriles”, explicó.

Padrinos del menor

Según López Muñoz, el fiscal Campos y su esposa participaban en un grupo de acompañamiento a los menores que vivían del hogar. Tras hacer las gestiones con el Tribunal de Familia, apadrinaron a los hermanos para que pasasen los fines de semana junto a ellos.

El 31 de diciembre de 2008, el persecutor retiró a los niños para las fiestas de fin de año. Sin embargo, alrededor de las 19 horas regresó al hogar porque A.Q.C. estaba enfermo.

“Señaló que el niño estaba enfermito, resfriado, como congestionado, decaído”, testificó la directora de la residencia, Marta Uteau Vergara.

La cocinera del hogar –identificada como Adela Arenas Vera y que también declaró ante la PDI– decidió llevarse al niño y a otra menor a su casa para el Año Nuevo. “Antes de la medianoche, el ánimo de A.Q.C. comenzó a decaer, por lo que lo acosté, comenzando posteriormente a presentar fiebre, por lo que me dirigí de inmediato al hogar Miraflores”, dijo.

Una vez que llegó a la residencia, la cocinera y la directora lo trasladaron al Hospital Regional de Punta Arenas. “Los médicos que lo atendieron señalaron que el niño tenía fiebre. No tenía diagnóstico específico, pero lo dejaron hospitalizado en observación”, dijo la directora del hogar a la PDI.

En horas de la tarde, el personal médico le dijo a la directora Uteau Vergara que el niño tenía una bronconeumonia. El 3 de enero, le informaron que su salud empeoró y que requería una traqueotomía. Tras pasar el día en el hospital, a las 17:00 horas salió un doctor y le informó que el menor había fallecido.

No sería atribuible a terceros

En sus conclusiones, el informe de la Brigada de Homicidios valoró que se haya podido identificar a las últimas personas que estuvieron con el menor e indican que, hasta la fecha, no se podía atribuir su fallecimiento a terceros.

“Todo indicaría que el fatal desenlace del menor de edad se debería a un daño colateral consecutivo a una causa clínica, ello producto de un cuadro respiratorio agudo con evolución negativa”, dice el documento.

La hipótesis de la PDI no es concluyente, pues agregan que “esto no es mérito suficiente para precisar a ciencia cierta qué fue lo que llevó a la víctima a generar el cuadro respiratorio desencadenante en la muerte del paciente”.

Los antecedentes médicos del niño pudieron arrojar luces respecto a las causas del deceso. Sin embargo, el Hospital Clínico de Magallanes informó a los funcionarios policiales que la ficha clínica de salud del menor estaba al interior de una carpeta que se extravió durante la mudanza al nuevo recinto asistencial.

Fiscal Campos no habría testificado

Aunque el fiscal Emilfork instruyó que se tomasen declaraciones a las trabajadoras del hogar y a las personas a que asumieron los cuidados del menor, el fiscal Campos y su esposa no habrían testificado ante la PDI.

De acuerdo con la investigación del canal La Red, Emilfork –que hoy se postula como diputado– dijo no recordar si se llamó a declarar a Campos, pues la causa que involucró a las muertes en el Sename era muy extensa.

El persecutor que instruyó las diligencias a la PDI, y la Fiscalía Nacional tampoco se pronunciaron.

Diario el Pingüino intentó comunicarse con el fiscal Campos, pero desde su equipo dijeron que no dará declaraciones.