Durante el fin de semana se dio a conocer un caso sospechoso de fiebre Q en una joven veterinaria de 28 años en Osorno, quien cumplía labores en una empresa lechera. Luego de presentar diversos síntomas, se le aplicaron exámenes para detectar virus hanta o coronavirus, los cuales dieron resultados negativos.

Fue así que decidieron trasladar a la profesional a Santiago, debido a su estado grave de salud. Por su parte, los familiares de la mujer solicitaron donantes de sangre y hasta el momento se encuentra siendo atendida por un equipo especializado en ECMO, hasta que el Instituto de Salud Pública pueda diagnosticar correctamente a la joven.

La veterinaria de 28 años trabajaba en la empresa lechera Manuka ubicada en Puerto Octay. Desde la institución manifestaron a través de un comunicado que “agradecemos las muestras de preocupación y apoyo hacia nuestra veterinaria. Estamos en permanente contacto con su familia y comprometidos a ayudar en todo lo que se requiera para su pronta recuperación. En este momento estamos a la espera de tener un diagnóstico definitivo que pueda esclarecer la causa de la enfermedad”.

Además, enfatizó en que “a partir del año 2017, nuestra empresa generó un procedimiento específico para la prevención de esta enfermedad, el cual fue revisado y aprobado tanto por el SAG como por el MINSAL y que ha sido permanentemente auditado por ambas autoridades“.

“Este protocolo, vino a reforzar los procedimientos ya existentes para la prevención de enfermedades zoonóticas, de buenas prácticas ganaderas y de prevención de riesgos laborales de nuestra empresa, que incluyen el uso de elementos de protección personal, el aseo y desinfección en instalaciones, entre otros”, agregan desde Manuka.

“A raíz de este presunto caso, durante el día de hoy hemos sido fiscalizados por las autoridades sanitarias pertinentes, con las cuales hemos colaborado y seguiremos colaborando abiertamente para que cualquier duda pueda ser despejada”, sostiene el comunicado.