60 familias de la localidad rural de Caracol, en la comuna de San Pablo, se mantienen esperando una solución de las autoridades municipales y de salud, ante las malas condiciones en las que reciben el agua que consumen.

Los habitantes de dicha localidad se abastecen a través de una sistema de agua predial, correspondiente a un pozo con redes de distribución, pero destinados al suministro agrícola y ganadero, el cual es administrado por una sociedad que mensualmente recibe el pago de las 60 familias.

En las últimas semanas, el agua que consumen muestra una considerable turbiedad. Por ello, el presidente de la junta de vecinos, Maximiliano Flores, planteó la preocupación por el riesgo sanitario.

Desde la autoridad sanitaria, la encargada provincial subrogante, Dania Rojas, dijo que se está analizando la calidad del agua y que se está instruyendo a los vecinos en torno a los resguardos para la población.

“Orientar a los vecinos para que ellos puedan agruparse y formar un comité de agua potable rural, para que ellos así puedan tener su propio sistema de abastecimiento”, indicó Rojas.

En tanto, el alcalde de San Pablo, Juan Carlos Soto, sostuvo que dada la situación del agua, buscarán recursos para el mejoramiento del suministro.

“Levantar un diseño de ingeniería para poder contar con un agua potable rural en el sector. Son bastantes familias que viven en Caracol, principalmente adultos mayores”, señaló.

Los vecinos de Caracol, se declaran preocupados, entendiendo que las medidas adoptadas por salud y el municipio son de largo plazo y al no contar con otro sistema de abastecimiento, deben seguir usando agua que muestra una notoria concentración de turbiedad.