Los parlamentarios de la región de Los Lagos piden protocolos y medidas para minimizar riesgos ambientales en la actividad salmonera.

Los últimos dos años han estado marcado por diferentes episodios: el bloom de algas, el vertimiento del salmones en las costas de Chiloé, el escape de especies en un centro de cultivos y la polémica embarcación “Seikongen”.

El senador Iván Moreira pidió reforzar los mecanismos que rigen a la industria salmonera, sobretodo ante el traslado de productos en descomposición o materiales peligros.

El diputado Gabriel Ascencio presentó un proyecto de ley para que las empresas acuícolas limpien los sedimentos que dejan en el fondo marino.

Ambos congresistas concordaron en que la actividad salmonera genera exterioridades negativas, que deben ser asumidas con mayor responsabilidad.