Por medio de una mesa de trabajo, la Gobernación de Osorno junto a las policías y la Fiscalía, dio a conocer el plan de contingencia tras las últimas balaceras y homicidio registrado en Rahue Alto.

Recordemos que este fin de semana largo, fue asesinado un joven de 26 años considerado como uno de los “soldados” de la banda “Los Santiagüinos”, lo que dio paso a nuevas balaceras y por sobre todo el temor de la comunidad que los hechos vividos en 2017 se repitan o donde sea un inocente el próximo baleado.

El gobernador de Osorno, Daniel Lilayú, señaló que a través del encuentro con los entes persecutores de delitos caen en la misma conclusión: que habría mejor persecución penal si la comunidad se mostrara más dispuesta a oficializar las denuncias.

Dentro de las acciones que han logrado a la fecha con el trabajo en conjunto con las policías, es capturar al líder de la mencionada banda y otro integrante de la misma. Así lo confirmó la fiscal jefe de Osorno, María Angélica de Miguel.

Sin embargo, resta bastante trabajo por desarrollar, dijo, ya que aún quedan personas libres que son parte de las bandas, como el joven que murió el fin de semana y que sería uno de sus integrantes.

Con el homicidio, dijo De Miguel, tienen claro que van en desventaja, por lo que han solicitado reforzar los servicios la policía uniformada.

Por su parte Eduardo Berríos, jefe de la Prefectura de Carabineros en Osorno, señaló que a través de la georreferenciación de delitos, se han reforzados los patrullajes durante la noche.

De esa forma, además de disponer de los servicios ordinarios de vigilancia, se sumará más dotación que de forma extraordinaria realizará servicios en las poblaciones.

Lilayú señaló que si bien las policías y la Fiscalía constantemente tienen reuniones con los vecinos y dirigentes sociales, a partir de esto se reforzará la entrega de información para que la comunidad se atreva a denunciar y sepa que le asiste el derecho a que se reserve su identidad.

Ello porque generalmente la población, dijo, opta por no denunciar la delincuencia ante el temor de las represalias.