Fiscalía investiga la denuncia de una conscripta contra un cabo del regimiento de Antofagasta, a quien acusa de violarla en una salida de francos, en una zona alejada de la ciudad. La Justicia Militar por su parte, inició una causa en contra de ella por deserción.
Esta es la compleja situación que afecta a una joven que con 17 años dejó su vivienda de Puente Alto para ingresar como voluntaria al Servicio Militar en la Brigada Acorazada, según consignó La Tercera.
Ella y su familia acusan que la denuncia de violación derivó en malos tratos que la llevaron incluso a presentar crisis de pánico y que derivaron en que finalmente decidiera no volver al regimiento tras su última salida con permiso.
La agresión sexual habría ocurrido en junio, dos meses antes de cumplir 18 años, cuando el cabo acusado, de 28 años, le ofreció a ella y una amiga trasladarlas en su auto.
Tras la propuesta, la amiga se habría ido por su parte hacia el centro de la ciudad, mientras que la denunciante lo acompañó a comprar empanadas, tras petición de él. Sin embargo, el hombre se habría alejado de la ruta desviándose hacia un barranco de la playa Juan López.
De acuerdo a la denuncia, luego de no atender su solicitud para volver a la ciudad, la joven se habría subido al auto para presionar al conductor a retornar, instancia en que habría sido atacada sexualmente.
Al lunes siguiente, la joven denunció el hecho ante el mayor Diego García, quien la habría revictimizado poniendo en duda la agresión, preguntándole incluso cómo podía comprobar que no se haya tratado de una relación consensuada a cambio de dinero.
Sin dar la orden para que se dirigiera al Hospital Militar, solo le habría dicho que se realizara un test de embarazo.
El 4 de julio la denunciante llegó al recinto para ser atendida por la ginecóloga Virginia Manss, quien tras realizarse exámenes habría contratado que presentaba lesiones e inflamación. Sin embargo, denuncian que esos análisis, que incluían una ecografía intravaginal, no se encuentran.
Hostigamiento y deserción
Según relató su abogado, tras la denuncia comenzó a ser hostigada. En una oportunidad, en castigo por retrasarse, una funcionaria la castigó obligándola a desplazarse denuncia en punta y codo desde la litera hasta los baños.
Tras ser agredida por la pareja del funcionario acusado de violación, el 16 de agosto su madre y abuelo viajaron a Antofagasta para conversar con el general de la División, Rafael Fuenzalida, quien se habría comprometido a velar por su integridad.
Dentro del compromiso se encontraba el apartarla del acusado del ataque sexual, sin embargo, la joven denuncia que eso no ocurrió, por lo que estando de franca viajó a Santiago y no volvió.
Tras eso, la madre de la joven recibió una carta del mayor Diego García notificando que sería dada de baja por deserción.
“Se dará cumplimiento a lo establecido en el Código de Justicia Militar al confirmarse el delito de deserción cometido y procederemos a enviar a los tribunales competentes los antecedentes reglamentarios con el propósito de dar inicio a su baja de la institución por la causal de incumplimiento de deberes militares, con nota de conducta mala y sin valer militar”, decía la misiva.
La joven se encuentra con tratamiento psicológico y logró terminar su enseñanza media en un colegio de Puente Alto.
