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El fiscal nacional Ángel Valencia, en entrevista exclusiva con Radio Bío Bío, criticó el modelo penitenciario Bukele como "pan para hoy y hambre para mañana". Destacó la necesidad de reformar el sistema penitenciario chileno, proponiendo distintos enfoques para jefes de mafias y delincuentes primerizos. Valencia enfatizó en la importancia de la reinserción social de los internos, rechazando la idea de solo encarcelarlos. Consideró que el modelo Bukele no brinda buenos resultados a largo plazo, abogando por un sistema que respete las garantías judiciales y proporcione expectativas prometedoras para el futuro de los individuos.

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En una entrevista exclusiva con Radio Bío Bío, el fiscal nacional Ángel Valencia se refirió al sistema penitenciario y al conocido modelo Bukele, el que calificó como “pan para hoy y hambre para mañana”.

En primer lugar, el jefe del Ministerio Público sostuvo que “hay un tremendo desafío, de parte del Estado chileno, de reformar el sistema penitenciario”.

A su juicio, “necesitamos un sistema que segregue, especial para los jefes de las mafias” y “otro sistema distinto para los que están en su primer delito, que eventualmente no es un delito violento, que de alguna manera mejor sus perspectivas de reinserción social”.

Sistema penitenciario: fiscal Valencia y modelo Bukele

Destacando que los internos “tienen derecho a reinserción social” y que no pueden ser aislados -dentro de los recintos penitenciarios- por otros presos, Valencia dijo que la idea no “meterlos y meterlos presos”.

“Quizás eso no resuelva tanto el problema como podría resolverlo si tenemos un mejor sistema penitenciario”, reiteró el representante del Ministerio Público.

Al ser consultado por La Radio si la política no ha entendido esa problemática, Valencia respondió “no suficientemente (…) el modelo salvadoreño, el modelo Bukele, no es un modelo que de buenos resultados al largo y mediano plazo”.

Lo anterior, argumentó, “porque básicamente necesitamos que todo el sistema penitenciario y todo el sistema de persecución penal se ajuste o se encuadre, primero, a las garantías judiciales que tiene todo ciudadano”.

“A los derechos establecidos que tiene todo ciudadano, pero que además nos de garantías o buenas expectativas para el futuro porque esas personas en algún momento van a salir”, agregó.

En su opinión, el sistema que se utiliza en El Salvador, “ese modelo que se parece mucho, en mi opinión, en pan para hoy y hambre para mañana, necesitamos una visión diferente”.

“En los países democráticos, desarrollados en Europa, han tenido mejores experiencias con el sistema penitenciario con cárceles duras (…) pero no para todo el mundo, no de forma tan amplia como el modelo salvadoreño”, cerró.