A su vez, desde el mundo político señalaron que este tipo de actitudes podrían tener efectos negativos en las futuras votaciones al interior de la Cámara Baja.

La ministra del Interior, Carolina Tohá, se restó de entregar el apoyo hacia el timonel de Convergencia Social, Diego Ibáñez, tras su emplazamiento contra la senadora Ximena Rincón.

A su vez, el tenso cruce entre Ibáñez y la bancada de Demócratas, en plena discusión de la reforma previsional, fue catalogado transversalmente como “un error”.

En entrevista de Mesa Central, Tohá señaló que las palabras del diputado Ibáñez “no ayudaron al Gobierno”.

Además, enfatizó que como Ejecutivo no llamaron a la senadora y timonel de Demócratas, Ximena Rincón.

El jefe de bancada del Partido Republicano, Agustín Romero, señaló que la “torpeza” de Ibáñez traerá consecuencias en materia de acuerdos legislativos.

Desde la bancada de Demócratas anunciaron que “congelaron las relaciones” con el Gobierno, instando a que el timonel oficialista pida disculpas públicas.

La jefa de bancada de la tienda, Joanna Pérez, enfatizó que Convergencia Social necesita de su apoyo para sumar piso político al interior del hemiciclo, agregando que no caerán en su soberbia.

El parlamentario socialista, Marcos Ilabaca, declaró que esta intervención “hizo retroceder los avances ya logrados”, haciendo un llamado a pensar a nivel país.

Incluso, los jefe de carteras se pronunciaron al respecto. El ministro de Justicia, Luis Cordero, dijo que “se ocuparon expresiones impropias”.

En respuesta y discrepando, la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, declaró que “nuestra labor no es hacer reprimendas públicas”.