"Inscribí la reunión básicamente para poder cerrar una polémica que realmente, en lo que a mí respecta, me parecía sumamente artificial", fustigó Van Klaveren.

El canciller Alberto van Klaveren defendió la reunión que tuvo en la casa del lobbista, Pablo Zalaquett, asegurando que se trata de una “polémica artificial”.

Así lo aseguró este jueves, enfatizando que -a su juicio-, la cita no tuvo características de una reunión por lobby.

Esto último, pese a reconocer que fue invitado por el exdiputado y exministro, Jorge Insunza, quien es un reconocido gestor de intereses.

“Quiero reiterar que, pese a que registré esta actividad en el Registro de Lobby, en ningún caso creo yo que la reunión que yo tuve tiene las características de una reunión de lobby, para nada”, señaló el ministro de Relaciones Exteriores.

En ese sentido, enfatizó en que recibe muchas invitaciones para hablar sobre política exterior, las que acepta en la medida de su tiempo.

“Me reúno con empresarios, con estudiantes de distintos niveles, con académicos, antiguos colegas y normalmente el libreto de estas reuniones es siempre el mismo”, indicó Van Klaveren.

“Hablo de las prioridades de la política exterior, de temas que están en la coyuntura de los viajes que hemos realizado, con quienes nos hemos reunido a nivel oficial toda obviamente información pública y que está disponible en todos los sitios de la Cancillería”, añadió.

Asimismo, respecto a la reunión del 27 de septiembre en la casa de Pablo Zalaquett, confirmó que “fui invitado por una persona que conozco que es Jorge Insunza”.

“Me dijo que había un grupo de personas que tenía interés en conocerme y en escuchar sobre la política exterior. El guión de esa reunión fue el mismo que empleado en muchos centros académicos, centros de pensamiento, grupos de especialistas”, añadió.

“Los que asistieron, la verdad es que sólo conocía unos pocos. Normalmente, cuando me invitan a una actividad, no pido la lista”, defendió Van Klaveren.

Respecto a las razones para inscribir la reunión en la plataforma de Ley de Lobby, pese a considerarla como un encuentro de características distintas, el jefe de la diplomacia calificó lo sucedido como una “polémica artificial”.

“Inscribí la reunión básicamente para poder cerrar una polémica que realmente, en lo que a mí respecta, me parecía sumamente artificial”, fustigó.

“Yo me dedico a la política exterior, me dedico a hablar y a promover la política exterior de nuestro país y con ese espíritu asistí a la reunión, ningún otro”, indicó el canciller.

“Las personas que asistieron, que yo sepa, no eran personas que tuviesen un interés especial. Si tenían un interés especial, tampoco lo manifestaron, y en consecuencia, realmente me gustaría poder cerrar este tema”, concluyó.