El debate que dejó abierto el resultado, es la necesidad de ayudas económicas a las capas medias y la correlación de fuerzas de lo que ya llaman 'la madre de todas las batallas': La tramitación en abril, de nuevo retiro del 10 por ciento.

El resultado fue aplastante, lo que obliga a preguntarse por qué la previa fue tensa. Solo 39 votos a favor, 96 en contra, 10 abstenciones y 10 ausentes, fue el resultado de la votación en general que terminó de derribar el autopréstamo de fondos de pensiones.

El Ejecutivo desplegó una estrategia que fue efectiva en asegurar los votos, aunque también hay quienes argumentan que el proyecto nunca iba a aprobarse y el propio gobierno alimentó una expectación que generó un suspenso innecesario.

La propuesta refundida del PDG y la diputada Pamela Jiles, ya había sido rechazada en su idea de legislar en la Comisión de Constitución el mes de enero y en ningún momento desde que se puso en tabla, nadie pensó que tenía los 89 votos.

Pese a estas consideraciones, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, dijo que primó la responsabilidad, que estos proyectos no son ayudas reales y que están abiertos a presentar medidas económicas en favor de la clase media, este año.

En esto transcurre la pregunta central: Debió el Ejecutivo abrirse a presentar una indicación sustitutiva, modificar el proyecto para que los dineros fueran limitados y los mecanismos de devolución claros, como moneda de cambio para rechazar el sexto retiro?

Quedan 27 días para que se pueda tramitar un nuevo rescate de fondos y dos diputados que votaron a favor del autopréstamo, opinan del escenario que se abre.

El independiente PPD, Carlos Bianchi y el PDG, Gaspar Rivas, se turnan para plantear que el gobierno equivocó la estrategia y alertar -con cierto dramatismo- que el sexto retiro será ‘la madre de todas las batallas’.

En todo caso, es indispensable señalar que hubo una mayoría aplastante en contra de la iniciativa y que hace bastante tiempo hablar de retiros en los pasillos de la cámara es encontrarse con ironías y desánimo, ante la sensación de que es una idea ya caducada que no tiene futuro.

De esa impresión es el diputado de Revolución Democrática, Jaime Saez, quien dijo que este rechazo es una buena noticia, calificando como ‘populista’ que las personas se salven con los recursos de sus pensiones.

La clase media es vital en este debate. El diputado de Demócratas,
Miguel Ángel Calisto, dijo que el gobierno tiene que entender que la tramitación de estos proyectos es un llamado de atención para que lleguen con ayudas a este sector.

En RN aportaron con 11 votos a la propuesta, diferenciándose del resto de la oposición. Evópoli, Republicanos y la UDI no aportaron ningún voto al autopréstamo, aunque en el gremialismo reconocen que en lo que viene, eso no va a pasar.

El jefe de bancada de la UDI, Guillermo Ramírez, aseguró que en el debate de un nuevo retiro la bancada se dividirá, aunque respiró aliviado porque se rechazó lo que calificó como el proyecto más dañino que se ha presentado en el Congreso desde el retorno a la democracia.

Así las cosas el ejecutivo persiste en que el autopréstamo podrá ver la luz en el marco de la reforma de pensiones, aunque ese trámite está detenido en una mesa técnica, en su primer tramite constitucional y su primer trámite reglamentario.

A la vuelta de la semana distrital, el parlamento espera que el gobierno comience a socializar y finalmente entregar una propuesta de apoyo a las capas medias, que en palabras reservadas de los congresistas, evite que estén ‘forzados’ a considerar el respaldo de un nuevo retiro del 10 por ciento.