El presidente Gabriel Boric recibió algunas pifias durante la cena anual de la Sonami, tras criticar la actitud de la organización ante un royalty minero y llamando a que fueran participes del debate de la reforma tributaria.

El presidente Gabriel Boric participó la noche de este martes en la cena anual de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), donde recibió algunas pifias de asistentes, tras hablar sobre un proyecto de royalty y la situación de Tierra Amarilla.

El mandatario dio un discurso por cerca de 25 minutos, el cual estuvo centrado en hablar sobre cómo la minería privada debe afrontar la futura reforma tributaria y el proyecto de royalty, llamando a que tuvieran una actitud más propositiva.

Además, Boric cuestionó que la Sonami se mostrara reacia ante el proyecto de royalty, y emplazando a Diego Hernández, presidente de dicha organización.

“Decía Don Diego que son contrarios a disminuir las utilidades en períodos de bajo precio y yo le pregunto ¿Cuándo han sido partidarios de entregar parte de las utilidades? ¿Cuándo la Sonami ha dicho “ahora sí es el momento de avanzar en un royalty y en una mejor distribución de la riqueza”?”, indicó el jefe de Estado en medio de pifias de algunos asistentes.

“Yo creo que es importante que en esto podamos tener un debate sólido técnicamente, donde nos pongamos de acuerdo en los datos y en donde entendamos que cada uno de los que esté hablando está buscando lo mejor para Chile (…) Vamos a llegar un acuerdo para la reforma tributaria y el royalty minero”, añadió.

Además, Boric también cuestionó la situación de Tierra Amarilla, mostrándola como ejemplo de una comuna afectada por la explotación minera, pero que no recibe los beneficios acordes.

“Piensen en Tierra Amarilla, con una población menor a las 18 mil personas, y alrededor de Tierra Amarilla hay dos o tres relaves y 3 socavones, incluyendo el de hace algunas semana. Se nota que se ha extraído riqueza de Tierra Amarilla, pero hay más pobreza que en el resto de Chile”, comentó.

Tras estas palabras nuevamente se escucharon algunas pifias al mandatario, aunque menos intensas que las anteriores.