Rafael Araos, médico asesor del Minsal que ha encabezado el estudio de efectividad de la vacuna de Sinovac en Chile, aseguró que la inmunidad de rebaño podría conseguirse cuando se vacune al 100% de la población con 3 dosis de vacuna.

Así lo afirmó en una entrevista al Diario El País de Uruguay, donde analizó las similitudes y diferencias de ambos países en el proceso de vacunación y el combate de la pandemia, pues allá también se está inoculando con Sinovac y Pfizer.

“Vamos a necesitar vacunar a todo el mundo, y vacunarlos tres veces para tener la expectativa de alcanzar esa inmunidad colectiva. En localidades en que tenemos gran vacunación, seguimos observando transmisibilidad del virus entre las pocas personas no vacunadas. Pensaría en vacunar a todo el mundo y luego ver”, aseguró. En particular, precisó que ese universo incluye también a niños y adolescentes: “Habrá que avanzar al 100% (de la población)”, subrayó.

Lo anterior, a contramano de lo que había señalado a inicios de año el Ministerio de Salud, que en principio había estimado que la esperada inmunidad de rebaño se conseguiría a partir de junio con la vacunación de toda la población objetivo mayor de 16 años (15,2 millones de personas).

En tanto, también hizo hincapié en la efectividad y seguridad de la vacunación en Chile: “De los más de 10 millones de vacunados con cualquiera de las vacunas, se han reportado 12 fallecidos con al menos una dosis. El Instituto de Salud Pública estudió esos fallecimientos y en todos los casos la causa de muerte parece no haber estado vinculada a la vacuna. Es decir: tampoco hay banderas rojas en cuanto a la seguridad de las vacunas”.

Asimismo, también defendió la liberación de restricciones a la movilidad. “Fui defensor de todas las medidas restrictivas mientras no había alternativa. Pero como toda intervención médica, hay que medir los riesgos y los beneficios. Habiendo hoy día resultados bastante sólidos de que las vacunas funcionan, cambia la ecuación de riesgo-beneficio y ya es más difícil defender las restricciones extremas. Es oportuno liberar, de a poco, a la población que primero fue vacunada. Decirle a un abuelito que, pese al toque de queda, puede caminar al aire libre. Sería un beneficio de salud mental mucho mayor al riesgo de enfermar gravemente”, remarcó Araos.