De manera transversal, legisladores llamaron a mejorar las normas de control de armas y las sanciones de su uso, en delitos violentos. Esto, luego del aumento de homicidios con armas de fuego de 31% en 2020. El Gobierno dice que está trabajando en la materia, a través de una mesa técnica con las policías.

La pandemia ha generado varios cambios y también lo ha hecho en los delitos. De acuerdo al Gobierno, se han reducido los delitos en el espacio público por las medidas restrictivas, pero ha aumentado la violencia al momento de cometerlos.

Eso podría explicar en parte, según las autoridades, el aumento de un 31% de los homicidios con arma de fuego que se registró en 2020, en comparación al 2019, según un informe de la Policía de Investigaciones, publicado por La Tercera, pasando de 319 casos a 417 el año pasado.

El informe destaca que las regiones que tienen mayor porcentaje de homicidios con arma de fuego son Ñuble, Metropolitana, Tarapacá y Bío Bío. En las cifras se evidencia que más del 90% de los delitos son cometidos por chilenos: en 2019, de 200 imputados, sólo dos eran extranjeros, mientras que en 2020, de 175, 12 eran de otra nacionalidad.

El diputado de la DC, Gabriel Silber, apuntó a la necesidad de endurecer las penas y la regulación del control de armas, pero también a que sea una prioridad en las policías, que han tenido que abocarse a tareas no habituales, como la fiscalización de medidas sanitarias.

El jefe de bancada de diputados de RN, Sebastián Torrealba, coincidió en que se deben mejorar las normas relativas al control de armas. Reiteró que a su juicio toda la agenda de seguridad debe aprobarse durante el primer semestre de este año.

El Gobierno aseguró que el tema está siendo abordado en dos dimensiones dentro de una mesa técnica con las policías: identificar las armas usadas para la comisión de delitos y el mercado que ofrece estas armas.

Así lo confirmó en entrevista con La Radio el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli.

El subsecretario detalló que el foco está puesto en los homicidios, y que no sólo se incorpora al análisis las armas completas, sino también la venta y uso de partes y piezas de esas armas, usadas para cometer delitos.