La Cámara de Diputados aprobó durante la tarde de este martes, por 80 votos a favor, 74 en contra y 1 abstención, la acusación constitucional contra el ministro del Interior, Víctor Pérez.

En el acto, el titular de la cartera quedó suspendido temporalmente de su cargo hasta que la acusación sea revisada por el Senado, aunque minutos más tarde renunció a la cartera y optó por enfrentar como ciudadano la segunda etapa de la acusación ante la Cámara Alta.

De esta forma, el líbelo deberá pasar a su última revisión en la Cámara Alta, donde, de ser aprobado, pese a la renuncia, le prohibirá ejercer cargos públicos. En caso contrario, esquivará dicha suspensión.

El diputado acusador, Gabriel Ascencio (DC), flanqueado por los jefes de bancadas de la oposición en señal de unidad, aseguró que la defensa de Víctor Pérez estuvo siempre equivocada y subrayó la importancia del respeto a los DDHH como eje central de la acusación que impulsaron.

Censura a la mesa de la Cámara

Por su parte, la jefa de bancada de la UDI, María José Hoffman, criticó duramente que -tras la votación unida de la oposición- instantáneamente el Partido Radical haya presentado formalmente una solicitud de censura a la mesa de la Cámara, pues a su parecer el respaldo unitario de la centroizquierda se tradujo inmediatamente en la intención de retomar el control de la administración de la Cámara, que actualmente está en manos del oficialismo.

El diputado Gabriel Verdessi (DC), en tanto, consultado por la presentación de la censura de la mesa, admitió que no había un acuerdo al interior de la oposición en ese sentido y que sólo responde a la actuación individual del diputado Radical Alexis Sepúlveda, por lo que a su parecer no hay que mezclar ambos asuntos.

Incluso, acto seguido, la diputada Pamela Jiles (PH) aseguró que no tiene intenciones de censurar a la mesa de la Cámara, pese a que ideológicamente se encuentran en las antípodas, según ella misma aseguró.