El comisario Juan Pardo, jefe subrogante de la BIPE Metropolitana de la PDI dio detalles respecto de la detención de Natalia Guerra, exmiembro de la Secta de Colliguay que lideró Antares de La Luz. Explicó también cómo vivió Guerra mientras estaba prófuga tras ser condenada por el asesinato de su bebé en una hoguera, y cómo se logró dar con su paradero.

La secta causó conmoción a nivel nacional en 2012, cuando ella, junto al líder del grupo y a otro hombre, quemaron al infante en una hoguera diciendo creer que se trataría del “Anticristo”.

Según relató Pardo, la mujer se cambiaba de domicilio constantemente, cada aproximadamente un año, usando nombres falsos y ni siquiera salía siquiera a comprar, sino que sería su pareja quien hacía los encargos. “Eso fue clave para la investigación”, expuso.

Durante este tiempo, Guerra siguió participando en cultos, los que se efectuaban en las parcelas en las que era refugiada.

Sin embargo, según relató el comisario, su rastro fue encontrado en Calera de Tango, cuando a la mujer se le quedaron unos documentos en una de las viviendas que habitó, los que fueron llevados ante las autoridades por el nuevo arrendatario.

Fue a partir de este hallazgo que se determinó la identidad del hombre que la alojaba, siendo rastreados hasta una parcela en Isla de Maipo. En ese momento, se pidió la orden de la Fiscalía para ingresar al lugar, donde fueron encontrados ambos.

De acuerdo con el comisario, Guerra intentó darse a la fuga corriendo por los patios del recinto “pero no logró avanzar mucho”. Tras ser aprehendida, quedó en manos de Gendarmería.