La Cámara de Diputados despachó a ley, en votación unánime, las modificaciones de la comisión mixta al proyecto que sanciona los delitos funcionarios, aumentando las penas en caso de cohecho y soborno, con un grado adicional en caso de que estos ilícitos sean cometidos por las más altas autoridades del Estado.

Tras el despacho de la iniciativa, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, destacó que el proyecto es un avance en materia de probidad con este proyecto anticorrupción.

Por su parte, el diputado de la Democracia Cristiana, Gabriel Silber, destacó que con esta ley el Congreso podrá mirar a la cara a los chilenos, tras los casos de corrupción que han sacudido a la clase política y que este estatuto busca corregir.

Desde el oficialismo, el diputado de Evópoli Francisco Undurraga reconoció que la clase política tendrá que asumir no sólo los beneficios del poder, sino también los costos de corromperse, endureciendo así las penas a los delitos de cuello y corbata.

El ministro de Justicia, Hernán Larraín, aseguró que dada la trascendencia que tiene este estatuto anticorrupción para el país, su promulgación debe realizarse en una ceremonia que marque el carácter histórico de esta nueva legislación.