El pasado 28 de agosto, el Ministerio de Educación y la Universidad de Santiago, dieron por zanjada la discusión sobre el convenio de cierre para los estudiantes de la Universidad Iberoarmericana, tras dar el visto bueno al documento de 10 páginas.

El convenio -que fue entregado a los estudiantes para su análisis y comentarios– se sustenta en el plan de cierre que se supone fue aprobado por el Mineduc; sin embargo, el documento deja en blanco el número de dicha resolución, coincidiendo con lo señalado por otra fuentes que aseguran que el ministerio aún no aprueba ningún plan.

Entre las exigencias que realizaron los estudiantes de la Iberoamericana para aceptar cualquier convenio, está la recontratación de profesores y académicos para dar continuidad a sus carreras. Sin embargo, el convenio obliga a que los trabajadores, quienes se encuentran impagos hace meses, se autodespidan para tener alguna posibilidad de ser contratados a honorarios por la Usach.

El jefe de la División de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas, agregó por su parte que la Universidad de Santiago, sólo recontratará a aquellos trabajadores que ellos estimen sean imprescindibles.

En cuanto a la infraestructura para impartir las clases, la Usach puso como exigencia al Ministerio de Educación dotarlos de un inmueble. Para tales efectos se estableció el “edificio de rectoría”, el mismo que hoy permanece en toma.

El documento del convenio –al que tuvo acceso en exclusiva Radio Bío Bío– determina que el administrador de cierre de la Universidad Iberoamericana, José Jara, tenga que disponer del lugar a la Universidad de Santiago, pero sólo tiene control sobre el 50% de la propiedad.

El jefe de la Divesup, Juan Eduardo Vargas, indicó que en caso de no disponer del edificio, se tiene contemplado arrendar una parte a la inmobiliaria, cuyos dueños son los mismos que llevaron la universidad a su cierre.

En cuanto al respaldo que tiene el convenio, fuentes ligadas al proceso indicaron a La Radio que éste se habría elaborado entre el Mineduc y la Usach, dejando al margen al único representante legal que tiene la Universidad Iberoamericana, el administrador de cierre.