El Museo de la Memoria da cuenta de las violaciones a los Derechos Humanos ocurridos en Chile durante la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet. En sus espacios hay exposiciones permanentes y otras temporales.

El recinto se instaló en la polémica luego de revelarse las declaraciones del ministro de la Cultura, las Artes y el Patrimonio, Mauricio Rojas, que le costaron el puesto. En un libro había expresado: “Más que un museo (…) se trata de un montaje cuyo propósito, que sin duda logra, es impactar al espectador, dejarlo atónito, impedirle razonar”.

A raíz de esto, otras cartas del oficialismo también han expresado críticas, acusando una visión sesgada de la historia.

La senadora UDI Jacqueline van Rysselberghe afirmo que “en el Museo de la Historia (sic) lo que hay es sólo una parte de la historia”, aunque reconoció que nunca lo ha visitado.

Por su parte, el presidente de RN, Mario Desbordes, sostuvo que le gustaría que el museo “amplíe su mirada también a las otras víctimas de ese periodo”.

La presidenta del directorio del Museo de la Memoria, María Luisa Sepúlveda, respondió a las voces críticas. “El informe Rettig da cuenta de las víctimas de violencia política, no sólo de las víctimas de los agentes del Estado. En la exposición permanente (el museo) da cuenta del atentado a Pinochet y pone la foto de los miembros de carabineros que murieron defendiendo a Pinochet en ese momento. Me gustaría que viniera a conversar con nosotros y contarle”, dijo en entrevista con CNN Chile.

El museo “es de las violaciones a los derechos humanos, no de las causas que generaron el quiebre democrático y la falta de Estado de derecho. Hablar sobre las causas es restarle la gravedad (…) no hay que empatar a las víctimas”, agregó.

Francisco Estévez, director del museo, reafirmó en conversación con BioBioChile, que el establecimiento recibe a todos. “Quien quiera venir al museo, es bienvenido, porque este es un museo abierto a todas las personas. Es visitado por gente que viene de otros países, para saber qué pasó”, sostuvo.

Estévez instó al Gobierno a entenderse con quienes no niegan los crímenes de lesa humanidad ocurridos en dictadura.

El museo parte con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, al interior figuran las comisiones de verdad, que dan cuenta de los conflictos y dictaduras en el mundo.

Los escoltas muertos en el atentado a Pinochet son reconocidos como “víctimas de la violencia política”, tal como establecen los informes de verdad y justicia. El museo está en Matucana 501, Santiago. Esa sección se encuentra en el segundo piso, pasillo norte.