La carta en que Alejandro Goic le plantea a Ricardo Ezzati su preocupación por el tema de los abusos, vendría a reafirmar la posición que ha adoptado la agrupación de laicos sobre el grado de conocimiento que tendrían altos personeros del clero sobre el tema.

En la misiva, escrita en 2013, Goic señaló que antes se mantenían en silencio los casos de abusos, se veían como debilidades humanas y se trasladaba a otros lugares a los sacerdotes involucrados.

“Hoy, eso se acabó, gracias a Dios. Tenemos conciencia que no sólo es un pecado gravísimo, sino también un delito ante la ley civil. Nadie hoy puede mantener en silencio los abusos a menores. Quien lo hace se pone en situación de tercero y también de cómplice”, agregó en la carta.

Además, el entonces presidente de la Comisión Nacional de Prevención de Abusos en la Iglesia, le manifestó a Ezzati su preocupación por el ejercicio de su autoridad y el tratamiento que se le estaba dando a los casos de abuso dentro de la institución.

A lo anterior se refirió el vocero de los Laicos de Santiago, Roberto Sánchez, quien aseguró que Ricardo Ezzati siempre ha tenido una personalidad autoritaria y no toma en cuenta la opinión de los demás.

Sánchez agregó que según la información que ellos manejan, Ricardo Ezzati estaría saliendo de su cargo a fines de septiembre.

Respecto del escrito también se refirió el vocero de los Laicos de Osorno, Juan Carlos Claret, quien afirmó que considera de extrema gravedad el encubrimiento que se estaría confesando por parte de la Iglesia.

Claret añadió que cuando Goic fue obispo en Osorno recibió denuncias e igualmente terminó trasladando a los sacerdotes.

La carta fue incautada por el fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias, en un allanamiento al Obispado de Rancagua y constituiría una prueba para determinar el grado de conocimiento que tenían los altos personeros del clero.