El presidente de la Corte Suprema, Hugo Dolmetsch, se mostró contrario a las penas para personas que avanzada edad, a propósito de la condena por los llamados “vuelos de la muerte” en Argentina, caso en el que militares lanzaron a personas desde aviones hacia el mar, como sistema de exterminio durante la dictadura.

En este caso, fueron 29 cadenas perpetuas para 54 imputados, los que en su mayoría superan los 80 años. Por ello, Dolmetsch sostuvo que ve de mala forma las penas terminales para quienes poseen una avanzada edad.

“No hay una política jurisprudencial ni menos política del parlamento”, manifestó el ministro, quien advirtió que “debería salir alguna disposición, norma o institucionalidad que tenga la fuerza de imponerse”.

Con respecto al caso particular de Argentina, lo calificó de exagerado. “Las penas son altas y la edad también”, dijo.

En contraparte, Cristián Cruz, abogado de Derechos Humanos, aseguró que no es necesario legislar, sino que someterse a las normas internacionales.

Ejemplificó con el caso de Oskar Gröning, conocido como el contador de Auschwitz, quien tiene más de 90 años y sigue siendo objeto de juicio penal por los crímenes.

“Tenemos que mirar así al mundo y no el carnet de los victimarios”, sentenció.

Este año en Chile, cinco internos del penal Punta Peuco pidieron indulto presidencial por tener más de 90 años y un delicado estado de salud. De ellos, tres murieron.