Una semana después de que estallaran los combates en el sur del Cáucaso, no hay evidencia para suponer que pronto quedarán atrás: las partes en conflicto, Armenia y Azerbaiyán, están decididas a hacer todo para ‘ganar’.

Cientos de soldados y civiles han muerto ya en ambos frentes. El ministro de Defensa de Azerbaiyán, Zakir Hasanov, ordenó el martes que continúe la “destrucción selectiva y constante de las fuerzas enemigas”.

“La dinámica del conflicto se ha vuelto tan peligrosa, que no será fácil para actores externos poner fin a este conflicto”, dice Stefan Meister, quien dirige la oficina de la Fundación Heinrich Böll en Tbilisi, la capital de la vecina Georgia.

Meister no espera que la lucha termine pronto: “El temor es que esto se convierta en una guerra más grande, que no solo afectará a Karabaj y las provincias ocupadas por Armenia”.

Así surgió esta crisis

El conflicto sobre la región de Nagorno Karabaj ha estado latente desde el colapso de la Unión Soviética. Los dos adversarios ya habían luchado una vez a principios de la década de 1990, e incidentes aislados han ocurrido una y otra vez desde entonces.

Nagorno Karabaj se encuentra en Azerbaiyán, que en su reclamación invoca el principio de integridad territorial.

Agence France Presse

Sin embargo, una mayoría armenia vive en Nagorno Karabaj, por lo que Armenia insiste en la autodeterminación de esta población. Partes de Nagorno Karabaj se habían declarado independientes en 1991, pero ningún estado del mundo las reconoció así, ni siquiera Armenia.

Esencialmente, sigue siendo un conflicto entre dos países vecinos. Sin embargo, Turquía se ha puesto cada vez más del lado del gobierno azerí. Esto se debe a las grandes similitudes étnicas y culturales entre ambos países de habla turca.

Además, Turquía ha intentado durante años que su suministro de energía sea independiente del gas natural ruso, mediante la participación en Libia, exploraciones en el Mediterráneo oriental y grandes acuerdos con sus socios en Bakú.

¿Qué papel juega Rusia?

Desde Moscú, la situación se ve particularmente complicada: Rusia mantiene vínculos con las dos exrepúblicas soviéticas, pero los que la unen con Armenia son mucho más intensos. Rusia suministra armas a ambas partes en el conflicto, pero solo Ereván paga un precio preferencial. Rusia tiene una base militar en la segunda ciudad más grande de Armenia, Gyumri.

“Rusia juega un papel muy problemático en este conflicto, porque lo usa para mantener a ambos países como dependientes de sí misma”, asegura Meister a DW.

“Los armenios no se sienten realmente seguros. Uno tiene la sensación de que Rusia está jugando con ambas partes. Vemos una reacción rusa relativamente débil ahora, mientras que Turquía interviene masivamente en este conflicto, en lo militar”, añade.

¿Quién podría mediar?

Debido a que hay muchos armenios en el exilio en Francia, desde el punto de vista azerí es poco probable que Francia esta vez sea un mediador neutral. Stefan Meister opina que la UE difícilmente puede tender puentes entre Armenia y Azerbaiyán: “El Cáucaso del Sur es una región marginal desde la perspectiva de Bruselas, o por lo menos, de la mayoría de los estados miembros de la UE”, estima.

Hans-Joachim Spanger, de la Fundación de Hesse para la Investigación de la Paz y los Conflictos, también cree que Rusia tiene interés en provocar un limbo que una a ambas partes con Moscú: Azerbaiyán a través de la entrega de armas, y Armenia a través de un pacto de asistencia.

Sin embargo, Moscú ha desempeñado el papel más activo en las negociaciones en varias ocasiones en el pasado. Spanger cree que aún es posible que el apoyo militar a Azerbaiyán se agote: “Turquía podría estar interesada solo en una corta intervención en el conflicto”, dijo Spanger a DW.

El vecino común Georgia, por otro lado, tiene muy buenas relaciones con ambas partes. Tbilisi (capital de Gerogia) se ha ofrecido a mediar varias veces. “Pero Georgia no es un jugador decisivo aquí”, dice Stefan Meister: “Simplemente no es lo suficientemente fuerte como para asumir ese papel”.

¿Qué hay de Irán?

Irán, toda una potencia regional, limita con el Cáucaso. Está más cerca de Armenia que de Azerbaiyán, que a su vez compra armas al archienemigo de Irán, Israel.

Según informes de Azerbaiyán, al menos un proyectil ya ha alcanzado territorio iraní durante los combates en el sur de Nagorno Karabaj.

“Irán es muy, muy escéptico sobre la participación turca y el cambio de poder en la región”, dice Stefan Meister. También desde el punto de vista iraní, sería peligroso que el conflicto se extendiera a los países vecinos: muchos azerbaiyanos viven en el lado iraní de la frontera.