El exdirector de una cárcel de Teherán, Irán, afirmó que en la década de los '80 se acostumbraba violar a detenidas previo a su ejecución para así evitar que "fueran al paraíso".

En una alocución hecha en el marco de un evento llevado a cabo en la red social Clubhouse, Hussein Mortazavi Zanjani reveló los crueles tratos que recibían las niñas y mujeres que eran llevadas a la prisión ubicada en el barrio Evin de la capital iraní.

Tal como consigna el portal Iran Wire, Mortazavi, quien se desempeñó como director del recinto carcelario entre 1987 y 1988, aseveró que las reclusas vírgenes eran obligadas a casarse con los guardias previo a su ejecución.

De acuerdo al citado medio, esta práctica se basaba en la creencia de que las mujeres que morían vírgenes iban directamente al paraíso.

Hussein Mortazavi Zanjani, quien se desempeñó como jefe de la prisión de Evin
Hussein Mortazavi Zanjani, quien se desempeñó como jefe de la prisión de Evin | Iran Wire

Cruel práctica

En su intervención, Mortazavi recordó el caso de una de las prisioneras ejecutadas cuyo padre le expresó sus sensaciones por el cruel trato que recibió su hija.

“Lo que me duele profundamente y me enoja no es el asesinato de mi hija, sino que trajeron dinero y afirmaran que era para un matrimonio dictado por la ley Sharia”, mencionó el hombre, de acuerdo al exdirector de la cárcel.

“Este acto fue más devastador y horrible para mí que la pérdida de mi hija”, agregó.

A su vez, Mortazavi aseguró que Ebrahim Raisi, actual presidente de la República Islámica de Irán y quien en aquel entonces se desempeñaba como fiscal adjunto de Teherán, tuvo un activo rol en la ejecución de presos políticos realizados en base a la fetua del entonces líder supremo, Ruhollah Khomeini.

Fetua, a veces también llamada fatua o fatwa, es el término en español referido a las decisiones de los muftíes (jurisconsultos musulmanes con autoridad pública) que pueden tener fuerza legal.

Mortazavi indicó que renunció a su cargo como jefe de la prisión durante las ejecuciones masivas de presos políticos. Sin embargo, algunas personas que fueron presos políticos acusan que sus comentarios están llenos de “contradicciones”.

Uso de la hiyab

Hoy en día las mujeres que se nieguen a ocupar la hiyab en Irán son perseguidas y apartadas de la sociedad por desobedecer la estricta norma que busca reinstalar el uso del velo.

Incluso, en algunas universidades las obligan a usar esta prenda para cubrir su cabeza y el cuello.

El extremismo llega al punto que a aquellas mujeres que no usen la hiyab les prohiben el acceso a los servicios de salud.

Prueba de ello es el caso de Maryam, una joven universitaria de 22 años que intentó ir al dentista por un fuerte dolor de muela.

Sin embargo, desde el servicio médico le negaron la autorización para ser atendida. “No prestamos servicios a mujeres sin velo bajo ningún concepto”, le dijeron.