El presidente de Emiratos Árabes Unidos, jeque Jalifa bin Zayed Al Nahayan, falleció este viernes a los 74 años, tras varios años con problemas de salud, anunció la agencia de noticias oficial, que cita a las autoridades.

“El Ministerio de Asuntos Presidenciales presenta sus condolencias al pueblo de Emiratos Árabes Unidos y de las naciones árabes musulmanas” por el fallecimiento del jefe de Estado, fallecido este viernes 13 de mayo, según un comunicado difundido por la agencia de noticias oficial WAM.

Desde el gobierno se decretó “un duelo oficial y las banderas a media asta” por un periodo de 40 días, con trabajos suspendidos en el sector público y privado durante los primeros tres días, agregó.

El jefe de Estado aparecía raramente en público desde que sufrió un derrame cerebral en enero de 2014.

Nacido en 1948, Jalifa asumió la presidencia del país tras la muerte en 2004 de su padre, el jeque Zayed bin Sultán al Nahyan, un hombre que unificó los siete emiratos que componen los EAU y logró coordinar su conversión de un desértico país en un rico Estado petrolero, estable y con la economía más dinámica de la zona.

El derrame de 2014

Jalifa siguió los pasos de su padre y lideró la puesta en práctica en el país de numerosos proyectos de modernización y desarrollo, además de inversiones de miles de millones de dólares hasta que en 2014 sufrió un derrame cerebral del que fue operado de forma urgente en un hospital de su país.

Aunque las autoridades aseguraron en su momento que su estado era “estable”, el jeque desapareció de la escena política e internacional, y casi no aparecía públicamente, cediendo esa labor a su hermanastro, Mohamed bin Zayed, príncipe heredero de Abu Dabi desde 2004, quien se convirtió en los últimos años en la figura más fuerte de los EAU y líder de facto del país.