El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dijo el martes que Israel se unirá a Estados Unidos y otros países que rechazan el Pacto de la ONU sobre la migración que debe ser aprobado formalmente en diciembre.
“Israel no integrará, y no firmará, el Pacto Mundial sobre la migración”, dijo Netanyahu en un comunicado.
“Estamos comprometidos en custodiar nuestras fronteras contra la inmigración ilegal. Esto es lo que hicimos y es lo que seguiremos haciendo”, añadió.
El Pacto Mundial sobre la migración negociado en la ONU preconiza, entre otras cosas, reforzar la cooperación internacional para gestionar la inmigración.
El documento enumera una serie de principios -defensa de los derechos humanos, de los niños, reconocimiento de la soberanía nacional- e incluye un catálogo de medidas para ayudar a los países a lidiar con las migraciones: mejorar la información, medidas para integrar mejor a los recién llegados, etc.
El texto final se acordó en julio luego de 18 meses de negociaciones y fija 23 objetivos. Debe adoptarse durante una conferencia en Marruecos el 10 y 11 de diciembre.
Estados Unidos se retiró de las negociaciones en diciembre, Hungría, gobernada por el primer ministro Viktor Orban, hostil a los migrantes, lo rechazó en julio y Austria en octubre.
República Checa dijo que lo rechazaría y Bulgaria la semana pasada sostuvo que haría lo mismo.
El martes, Polonia anunció que también rechazaría el texto.
La presencia de unos 42.000 migrantes africanos, muchos llegados de Eritrea y Sudán, puso bajo presión al gobierno de Israel.
La mayoría de los migrantes llegaron a Israel luego de 2007 a través de la península egipcia del Sinaí.
Desde entonces se reforzó considerablemente la seguridad en la porosa frontera, donde se construyó una valla.
La mayoría de los migrantes se establecieron en barrios precarios de la ciudad costera de Tel Aviv.