La superviviente del Holocausto, Margot Friedländer, de 103 años, falleció este viernes, día en que estaba previsto que recibiera la Orden del Mérito de la República de Alemania, lo que, según el canciller alemán, Friedrich Merz, dejó al país huérfano de voz fuerte contra el antisemitismo.
“Con su muerte, Alemania pierde una voz importante en la historia contemporánea“, escribió la fundación que lleva su nombre en un comunicado.
“Desde su regreso a su ciudad natal, después de seis décadas de exilio en Nueva York, esta ciudadana honorífica de Berlín había estado incansablemente comprometida con la reconciliación y la memoria”, aseveró.
“Margot Friedländer fue una de las voces más fuertes de nuestro tiempo: a favor de la coexistencia pacífica, contra el antisemitismo y el olvido”, señaló Merz en un mensaje publicado en su cuenta de la red X que acompañó de una foto reciente del ahora jefe del Gobierno con la superviviente del Holocausto.
La muerte de Friedländer coincide con que este viernes se vio obligada a posponer el acto en el que iba a recibir la Orden del Mérito de la República. Esta distinción la reciben personas por sus logros de índole social, de manos del jefe de Estado alemán, Frank-Walter Steinmeier, según los medios alemanes, que citaron a la fundación que lleva el nombre de la superviviente.
El propio Steinmeier reaccionó con un comunicado en el que expresó su luto por la muerte de Friedländer.
“La muerte de Friedländer me llena de profunda tristeza. Le hizo a nuestro país el regalo de la reconciliación, a pesar de todo lo que los alemanes le habían hecho cuando era joven”, expresó el jefe de Estado alemán.
“No podemos estar lo suficientemente agradecidos por este regalo”, abundó.
Sus padres y hermano, asesinados en Auschwitz
Friedländer había destacado en los últimos años por su labor y compromiso con la memoria histórica en la sociedad alemana, a la que ayudó como testigo de los crímenes nazis a recordar la siniestra realidad de la ‘Shoá’, el asesinato de seis millones de judíos a manos del Tercer ‘Reich’.
Entre las víctimas de los nazis se encuentran los padres de Friedländer y su hermano menor, asesinados en el campo de exterminio de Auschwitz.
Ella, que evitó ese trágico destino de sus familiares, sobrevivió a una estancia en el campo de concentración de Theresienstadt, donde coincidió con el que sería su marido Adolf Friedländer, otro berlinés al que conocía.
Tras sobrevivir al Holocausto, emigró a Estados Unidos en 1946, y vivió seis décadas en la ciudad de Nueva York antes de volver a Berlín, su ciudad de origen, con 88 años.
Margot Friedländer, una mujer con un legado inmortal
En su mensaje, Merz destacó que Friedländer confió a Alemania su historia, una vida marcada por la tragedia que debe ser recordada.
“Es nuestra tarea y nuestro deber transmitirla. Estamos de luto con su familia y sus amigos“, afirmó Merz.
También el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Johann Wadephul, destacó que su país echará de menos a Friedländer y su trabajo contra el antisemitismo y el racismo, y a favor de la democracia.
“Hasta el final dio la impresión de ser inmortal. Su legado lo es. Porque es más relevante que nunca”, señaló Wadephul en su cuenta de la red social X, en la que abundaron otros mensajes de luto de personalidades alemanas por el fallecimiento de Friedländer.
Margot Friedländer fue una voz sobre los horrores del Holocausto
Steinmeier también llamó a recordar el legado de la superviviente, convertida en el debate público alemán en la voz viva más escuchada sobre los horrores del Holocausto.
“El legado de Margot Friedländer es un recordatorio y una obligación para nosotros, especialmente en un momento en que la democracia está siendo cuestionada y el antisemitismo vuelve a ser descaradamente evidente”, según Steinmeier.
“Sigue siendo nuestra responsabilidad no abandonar nunca más a la comunidad judía de nuestro país”, abundó el jefe de Estado alemán.
En la misma línea, el ministro de Interior alemán, Alexander Dobrindt, lamentó el fallecimiento de Friedländer e invitó a no olvidar nunca uno de los mensajes que lanzaba en los actos públicos que protagonizaba: “Sean humanos”.
“Siempre nos recordaba lo más importante: sean humanos. Echaremos de menos su voz a favor de la democracia y contra el antisemitismo, el racismo y la discriminación“, subrayó el titular de Interior de Merz.
La muerte de Friedländer se produjo un día después de que Alemania conmemorara los 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial el jueves.