Las Brav-M son una unidad de mantenimiento del orden en motocicleta creada durante la crisis de los "chalecos amarillos", y que vuelve a la actualidad en el marco de las protestas contra la reforma de las pensiones. Uno de sus miembros está siendo investigado por un puñetazo a un manifestante esta semana en París, mientras se multiplican los videos acusadores en las redes sociales.

Las Brav-M, o Brigadas Motorizadas de Represión de las Acciones Violentas, son cuadrillas de motoristas que se encargan de intervenir en manifestaciones, en casos de violencia callejera y daños a edificios, en apoyo de unidades en dificultades, pero también para dispersar a grupos de agitadores.

Los agentes llevan un atuendo negro, un chaleco antibalas, y actúan por parejas (un conductor y un pasajero) que cambian regularmente.

Gran movilidad

Se presentan como unidades que combinan movilidad y capacidad de acción. Las Brav-M pueden “desplazarse a cualquier punto de la capital con extrema rapidez para poner fin a los abusos de manifestantes”, explicó el prefecto de policía, Laurent Nuñez, en la radio France Info. Cuentan con la ayuda de furgonetas, que transportan refuerzos y evacuan a las personas detenidas.

Estas unidades fueron desplegadas por primera vez hace cuatro años, por el entonces prefecto de policía de París Didier Lallement, tras el saqueo e incendio de un centenar de comercios en los Campos Elíseos en la primavera de 2019, durante la 18ª jornada de movilización de los “chalecos amarillos”.

Las Brav-M traen malos recuerdos, ya que se establece un paralelo con los “voltigeurs“, esos dúos de policías en moto que dispersaban a los manifestantes hace unas décadas. Creados en 1968, fueron disueltos en 1986, después de que un joven, Malik Oussekine, muriera apaleado por tres de ellos al margen de una manifestación estudiantil en la que ni siquiera participaba.

“Exacciones violentas”

Estas unidades de policía motorizada son señaladas con regularidad. Durante el movimiento de los “chalecos amarillos”, se abrieron varias investigaciones de la IGPN (Inspección General de la Policía Nacional) por violencia policial. Los manifestantes reprocharon en particular a estos policías que les golpearan en el suelo.

Se lanzaron nuevas acusaciones contra las Brav-M durante las recientes concentraciones contra la reforma de las pensiones. Representantes de La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical) piden su disolución basándose en “testimonios de exacciones violentas y brutales cometidas por estas brigadas contra los manifestantes”. En las redes sociales, se viralizan videos de policías de las Brav-M golpeando y persiguiendo a manifestantes.

Incluso siembran el miedo entre los policías. Entrevistado por Mediapart, un CRS (de las también temidas Compañías Republicanas de Seguridad) explica que “son los que más desordenan, aporrean en todas direcciones”. Muchos de ellos, dice, “están entrenados para entrar en contacto, no importa a quién tengan delante. Ése es el peligro”.

La Fiscalía de París ha abierto una investigación, encomendada a la IGPN, tras la difusión en las redes sociales de un video en el que se ve a un policía de las Brav-M propinando un puñetazo en la cara a un manifestante.