A pesar de la pérdida de la región de Lugansk, el gobierno ucraniano quiere prepararse para la posguerra con una conferencia internacional de dos días en Lugano, Suiza.

El primer ministro ucraniano, presente en la conferencia, estima que se necesitarán al menos 750.000 millones de dólares para reconstruir el país, pero pronto se planteará la cuestión de cómo gestionar los fondos en un país plagado de corrupción generalizada.

Mientras el conflicto en Ucrania parece estancado, este 4 de julio se inauguró una conferencia de dos días en Suiza con el objetivo de trazar la futura reconstrucción del país.

La conferencia, que se celebra en Lugano, se planificó mucho antes de la guerra y en un principio iba a centrarse sobre las reformas en Ucrania, incluida la lucha contra la corrupción endémica.

“Las instituciones ucranianas no están preparadas”

Según Transparencia Internacional, Ucrania es el 58º país más corrupto del mundo, de entre 180 Estados. La ONG estima que una cuarta parte de los ucranianos ha tenido que pagar un soborno a un funcionario público en los últimos 12 meses.

A pesar de los esfuerzos reales de Kiev por frenar el fenómeno, no se puede descartar por completo el riesgo de que se desvíe parte de la ayuda internacional por la guerra, afirma Juhani Grossmann, del Basel Institute on Governance.

“Se necesita urgentemente reforzar los organismos de lucha contra la corrupción para poder manejar cantidades de dinero tan importantes. Las instituciones ucranianas no están preparadas hoy en día para recibir tanto dinero”, explica.

En esta conferencia, Estados Unidos anunció que destinará más de 6.000 millones de dólares en los próximos mese a Ucrania, mientras que Francia prometió también ayuda económica y militar, y Suiza ofreció duplicar su financiación.

La próxima conferencia para la reconstrucción de Ucrania se realizará en el Reino Unido en 2023 y Alemania ya manifesto su voluntad de acoger a la que tendría lugar al año siguiente.

“La corrupción y la cleptocracia son utilizadas por Rusia”

Mal alumno, Ucrania es sin embargo uno de los países que más avanza en la lucha contra la corrupción, especialmente desde la revolución de 2014.

“La corrupción que socava a Ucrania y a los países de la región es en gran medida un legado de la Unión Soviética. La corrupción y la cleptocracia son utilizadas por Rusia contra Ucrania. Así que, si no se lucha contra la corrupción, tampoco se puede luchar contra el Kremlin”, continúa el investigador.

En cuanto a los oligarcas ucranianos, a los que Volodimir Zelenski trató de controlar tras su elección, paradójicamente han salido favorecidos tras la invasión rusa: muchos de ellos han optado por poner sus fortunas al servicio del esfuerzo bélico del aparato estatal.