Francia anunció el miércoles la entrada en vigor el martes de represalias contra el Reino Unido si siguen siendo insuficientes las licencias para pescadores franceses, las que Londres consideró “desproporcionadas”.

Tras el Consejo de ministros del miércoles, el gobierno francés decidió que si no hay avances de aquí a comienzos de noviembre, aplicará varias medidas.

Francia “prohibirá el desembarque de productos marinos” británicos en Francia e instalará “controles aduaneros y sanitarios sistemáticos sobre los productos (británicos) desembarcados”
.

El portavoz del gobierno francés, Gabriel Attal, se refirió a una respuesta gradual, con una posible “segunda serie de medidas”, con “medidas energéticas sobre suministro de electricidad para las islas anglo-normandas”.

El gobierno británico desde Londres consideró más tarde este miércoles por la noche “decepcionantes” y “desproporcionadas” las medidas de retorsión francesas.

Como muestra del endurecimiento de su actitud, la policía marítima francesa multó a dos buques de pesca británicos en controles el miércoles, uno por ofrecer resistencia al control y el otro por faenar sin la licencia adecuada, anunció la ministra del Mar, Annick Girardin.

El segundo bote fue escoltado hasta el puerto de Le Havre, añadió.

El anuncio se da en el marco del conflicto que opone a ambos países sobre el número de licencias acordadas a los pescadores franceses tras el Brexit en las islas anglo-normandas.

“Las amenazas de Francia son decepcionantes y desproporcionadas, y no corresponden a lo que se podría esperar de un aliado y socio cercano”,
declaró un portavoz del gobierno británico, citado en un tuit del secretario de Estado encargado del Brexit, David Frost.

Frost denunció la falta de “comunicación oficial del gobierno francés al respecto”.

En reacción a las posibles medidas francesas, el portavoz del Primer ministro británico Boris Johnson había indicado antes que no había “ningún contacto formal” con el gobierno francés sobre ese punto.

“Es importante subrayar que 98% de las licencias de pesca fueron acordadas”, agregó.

El tema de la pesca es uno de los que genera más fricción post-Brexit entre Francia y el Reino Unido, aunque involucra a un número reducido de actores.